La Falta de Comunicación Entre Personas de Nuestra Era
Sobre estar en la era de las comunicaciones, no sabemos lo que le ocurre a las personas de nuestro entorno. Falta de ideas y de sentimientos entre las personas, no somos capaces de conocernos entre los más próximos.
11 de February · 668 palabras.
馃晿 Resumen
En un mundo de comunicaciones masivas, los seres humanos parecen tener cada vez m谩s problemas para relacionarse entre s铆. A pesar de que tenemos acceso instant谩neo a las noticias y las personas famosas, parece que no sabemos mucho sobre lo que sucede en el alma de nuestros amigos y familiares.
Esto ha llevado a la falta de expresi贸n natural del afecto y ha dejado atr谩s los lazos de verdadero cari帽o. A menudo, la gente se cree que ama y que piensa, pero no est谩 muy convencida de la firmeza de su afecto o de lo que opina.
Los v铆culos maternales y filiales a menudo se sostienen por necesidad o por convencimiento, pero falta el verdadero afecto y la verdadera expresi贸n de ese cari帽o.
De esta manera, los contactos entre seres humanos se reducen a impulsos de emoci贸n que van y vienen con la misma duda que esos impulsos. En resumen, a pesar de que estamos en la era de las comunicaciones, la falta de expresi贸n y la falta de comunicaci贸n natural ha dejado a la gente incomunicada.
Hoy podemos saber en horas, en minutos a veces, lo que ocurre al otro lado de la tierra. Las noticias son muy r谩pidas; radio, televisi贸n, peri贸dicos y revistas son los encargados de difundir grandes y peque帽os acontecimientos, d谩ndoles cada uno su forma de color predilecto, y nosotros estamos all铆, hablando con la pantalla del televisor 贸 con la radio, hablando con un diario o unas p谩ginas impresas a color, donde salen las personas m谩s famosas.
Sin embargo, no tenemos ni idea de lo que pasa en el alma de nuestros amigos y familiares, no tenemos muy claro lo que sentimos, lo que es peor, nos cuesta demasiado comunicarnos unos con otros.
La gente se cree que ama y cree que piensa, pero no est谩 muy convencida de la firmeza de su afecto, ni de lo que opina. La prueba est谩 en la rapidez con que muchos cambian de parecer y de pareja... Los v铆nculos maternales y filiales se sostienen muchas veces por necesidad o por convencimiento, pero falta el verdadero afecto y la expresi贸n natural de ese cari帽o. No tenemos palabras y gestos que se帽alen la existencia de unos lazos de afecto.
Dejando de lado saludos y gru帽idos convencionales, palabras hechas para diversas situaciones y alguna que otra discusi贸n un poco acalorada.
Y en cambio poco afecto en las expresiones, el contacto entre humanos queda reducido a impulsos de emoci贸n, que van y vienen, est谩n y desaparecen con la misma duda que esos impulsos.
Las creencias sobre la vida y sus aspectos sociales, pol铆ticos, econ贸micos, culturales, religiosos y tantos otros, cambian seg煤n las modas , y como nadie quiere ser visto como "raro", se acopla a ellas ,alterando el parecer, de acuerdo a como va el viento.
Nunca podemos exponer con claridad nuestra forma de pensar, porque realmente no pensamos, y lo poco que lo hacemos, demasiadas veces no forma parte de nosotros.
As铆 pues, estamos incomunicados en la era de las comunicaciones. Los medios de informaci贸n nos anulan y en ellos empieza y termina nuestra vida de relaci贸n. Las horas ocupadas muchas veces artificialmente, nos quita el disponer de unos momentos de relajaci贸n y conversaci贸n con quienes nos rodean.
Son muchas las veces que escuchamos palabras de amor en los personajes de pantalla, que no tenemos la necesidad de pronunciarlas a quienes amamos. Adem谩s, la fuerza de la ficci贸n vuelve ficticia nuestra expresi贸n no manifestada.
Entre nosotros, hay dos problemas: falta de ideas y sentimientos -porque no se nos educ贸 ni prepar贸 para desarrollarlos- e imposibilidad de decir lo que no tenemos o tenemos de una forma muy vaga e indefinida.
El fracaso de la ideolog铆a en mucho 贸 en poco, los fracasos sentimentales a diario, son se帽ales de socorro sobre la inestabilidad de sentimientos e ideas que no tienen base ni raz贸n de ser.
La falta de comunicaci贸n, viene de la inseguridad para comentar 贸 hacer aquello que no tenemos claro ni en nosotros, ni en los dem谩s.
Parece ser, que se impone revalorizar el 谩mbito de los sentimientos y reconocerlos como positivos, dando el papel que puede y debe jugar en nuestras vidas. Est谩 en nuestras poder, controlar 贸 evitar las malas emociones y potenciar las que nos beneficien, y dar valor asimismo a la capacidad de pensar, de analizar, de escoger, de decidirse y tomar nuestras decisiones actuando en consecuencia; sobre todo, comenzar a razonar uno mismo sin dejarse llevar por lo que es admitido o no por las corrientes de opini贸n que nos rodean.
Llegar a una correcta expresi贸n, s贸lo queda un paso. Es imposible querer de verdad y no manifestarlo, as铆 como es imposible pensar sin actuar de forma l贸gica a esas ideas.
Al gran mundo de las comunicaciones, hay que incluir la afinidad, entre los hombres que saben qu茅 cosas deben comunicarse.
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