Bolas de Nieve: Origen E Historia

Las bolas de nieve son esas esferas de cristal con líquido en su interior, que contienen nieve que cae sobre una figura al agitarlas.

Joaquín Bastarós
Joaquín Bastarós
14 de November · 360 palabras.
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🕘 Resumen

Las bolas de nieve son un juguete popular que se remonta al siglo XIX. Se cree que las primeras bolas de nieve aparecieron en la Exposición Universal de París en 1878, y solo un año después, se comercializaban por toda Europa.

El auge de este juguete ocurrió en 1889, cuando se fabricó una bola de nieve con una miniatura de la Torre Eiffel en su interior. Este objeto se convirtió en el recuerdo más vendido de la famosa construcción de acero.

Las bolas de nieve llegaron a Inglaterra y Estados Unidos, donde primero se convirtieron en un objeto de colección y más tarde en un regalo publicitario para pequeñas y medianas empresas y comercios.

Los materiales con los que se fabricaban evolucionaron desde pesado cristal de plomo y una base de cerámica hasta vidrio más ligero y nieve hecha con pan de oro, escamas de jabón o pequeños trozos de plástico.

La liquidez interna también cambió, de agua al principio hasta aceite ligero o anticongelante para hacer la caída de la nieve más lenta. Las bolas de nieve también se hicieron populares en varias películas clásicas.

Hoy en día, se pueden comprar bolas de nieve de diversos materiales y diseños, pero todas tienen en común su capacidad para relajar y tranquilizar.

 Recordamos los juegos de bolas de nieve desde nuestra infancia, pero... ¿cuándo se inventaron?

Aunque el origen exacto no está confirmado, se cree que las primeras bolas de nieve aparecieron en Francia, concretamente en la Exposición Universal de París, en 1878. ¡Hace ya años! Y tan sólo un año después, estos juegos ya se comercializaban por toda Europa.

El boom llegó unos pocos años más tarde, en 1889, cuando se fabricó un modelo de bola de nieve con una miniatura de la torre Eiffel en su interior. Esa bola de cristal se convirtió en el recuerdo más vendido de la famosa construcción de acero.

La fama de las bolas de nieve se expandió y llegó a Inglaterra y a Estados Unidos, donde primero se convirtieron en un objeto de coleccionista, y más tarde en un regalo de publicidad de pequeñas y medianas empresas y comercios, para sus clientes.

Respecto a los materiales con los que se fabricaban estos objetos, en sus comienzos se hacían con pesado cristal de plomo y una base de cerámica. La nieve estaba hecha con virtuas de huesos, serrín, arena o porcelana.

Más tarde, el cristal se hizo más ligero, y la nieve fue hecha con pan de oro, escamas de jabón o pequeños trozos de plástico.

Para el líquido interior, al principio se usaba agua, que evolucionó a aceite ligero o anticongelante, para hacer la caída de la nieve más lenta.

Las bolas de nieve llegaron a aparecer en varias películas clásicas, por ejemplo, en Ciudadano Kane, película que comienza con una escena en la que Orson Welles, dormido, deja caer una bola de cristal de nieve con una casita en su interior.

Hoy en día, se pueden comprar bolas de nieve de diversos materiales y diseños, hechas de forma artesanal o fabricadas a granel. Pero lo que todas ellas tienen en común es su poder de relajación y tranquilidad. ¿Quién no se ha entretenido alguna vez, de pequeño o de adulto, girando una bola de nieve y simplemente viendo cómo va cayendo lentamente la nieve?
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