Sistemas Biométricos y Control de Acceso
Gracias a los avances de la tecnología, ha sido posible automatizar oficinas y en general varios lugares de trabajo. De este modo, se han creado aparatos y estrategias para mejorar las condiciones de trabajo, a la vez que productividad y seguridad, también son mejoradas.
1 de February · 388 palabras.
🕘 Resumen
La llegada de la informática ha mejorado los procesos de producción, almacenamiento y envío de información, permitiendo a las oficinas optimizar sus procesos y eliminar estrategias antiguas de registro y archivo de información.
La automatización ha hecho las cosas más cómodas para directores y personal en particular, eliminando el uso de tarjetas checadoras y puntos de entrada en los que un vigilante pedía una identificación personal para otorgar el ingreso.
Con el tiempo, muchas organizaciones adoptaron sistemas de control de acceso basados en tarjetas para agilizar el proceso de ingreso de personal. Las tarjetas en su comienzo contaban con el nombre del usuario y se deslizaban sobre un lector, para poder hacerlas funcionar.
Pero con la automatización, muchas empresas adoptaron el uso de tarjetas de proximidad o de códigos de barras que posteriormente fueron superadas por la implementación de sistemas biométricos.
Estos sistemas mejoraron la seguridad de los controles de acceso, ya que la llave de ingreso a un sitio era una característica física de las personas que no podía ser usada por otros.
Además, con su uso, se evita que personas indeseables intenten ingresar a un sitio protegido con esta tecnología.
la automatización ha hecho las cosas más cómodas, tanto para directores, como para el personal en particular. Atrás ha quedado la época en que se usaban tarjetas checadoras para registrar el ingreso de empleados, del mismo modo, los puntos de entrada en los que un vigilante pedía una identificación personal, para otorgar el ingreso, son cosa del pasado. Con el paso del tiempo, muchas organizaciones adoptaron un control de acceso, basado en tarjetas, con el fin de agilizar el proceso de ingreso de personal. De esta manera, a cada empleado – o visitante- se le daba una tarjeta para que pudiera ingresar a un edificio de manera elegante y rápida. Las tarjetas en su comienzo contaban con el nombre del usuario y se deslizaban sobre un lector, para poder hacerlas funcionar.
Con la automatización, muchas empresas fueron más allá y adoptaron el uso de tarjetas de proximidad o de códigos de barras. Con el pasar de los años, dichas tecnologías fueron superadas por la implementación de los sistemas biométricos. Con estos sistemas, los controles de acceso se hicieron más confiables, puesto que la llave de ingreso a un sitio era alguna característica física de las personas, la cual no podía ser usada por otros o pérdida por su dueño. El problema con las tarjetas, era el mismo que con las llaves metálicas. Cualquiera podía robar o clonar una y acceder a información o a lugares, de manera fraudulenta. Es decir, llave o tarjeta, el problema era el mismo, sólo que las tarjetas resultaban ser más elegantes, pero igual de problemáticas que las llaves metálica de bordes dentados.
El uso de los sistemas biométricos, como control de acceso, se evita que personas indeseables, siquiera intenten ingresar a un sitio protegido con esta tecnología. Además, con su implantación se logra una automatización total del ingreso a lugares específicos, por lo que se evita el uso o contratación de personal de vigilancia, el cual podía ser victima de robos, amenazas, sobornos y de muchas otras conductas delictivas.