¿Dominó o Mariposa?
Hace mucho tiempo, a un pueblo lejano llegó un inmenso circo con muchas atracciones. Una de las más curiosas consistía en un anfitrión que iba presentando diversos objetos detrás de una cortina blanca. Estos objetos estaban iluminados desde atrás,
Jaime Mora
15 de May · 843 palabras.
15 de May · 843 palabras.
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🕘 Resumen
Este artículo narra una historia sobre un niño que se acerca a un puesto de un circo en el cual se presenta adivinar objetos por su silueta y ganar premios. El anfitrión, conmovido por la actitud del niño, decide regalarle una juguete fácil de adivinar.
Sin embargo, el niño pide jugar otra vez y al intentar adivinar la silueta de un objeto piensa que tiene cordones y el anfitrión le da la respuesta positiva.
Posteriormente, al ver otra silueta de un objeto, el niño pregunta si también tiene cordones a lo que el anfitrión responde que no es posible y ríe recordándole que su respuesta previa no fue sabia. El niño entonces se da cuenta de que el objeto es un mocasín.
El artículo concluye que no necesariamente el triunfo o el fracaso en la consecución de nuestros objetivos deben marcarnos, sino el aprendizaje que obtenemos de estos y el enfoque positivo que le damos.
A este puesto se acercó un niño pequeño, de ojos muy vivaces y evidente aspecto callejero, que miraba con atención como se iban desarrollando los diversos participantes.
De pronto tiró del traje del anfitrión y le dijo tímidamente: “Quiero jugar.” El hombre, un tanto enternecido, aceptó sin preguntarle siquiera si tenía dinero y lo sentó sobre una mesa para que pudiera ver la cortina en su totalidad. Decidió hacerle un regalo al niño y dejárselo fácil. Fue detrás de la cortina y volvió enseguida.
Se encendió la luz y se vio la inconfundible silueta de un zapato.
―Puedes hacerme tres preguntas, dijo el anfitrión sonriendo.
― ¿Tiene cordones?, preguntó el niño, más motivado por la curiosidad que por el juego en sí.
― “Sí, has acertado. Tiene cordones, respondió el hombre.
― ¡Es un zapato!, exclamó el niño muy contento.
― Felicitaciones, llévate este juguete, le dijo el anfitrión para seguir con su trabajo.
― Quiero jugar otra vez, dijo el niño.
El anfitrión, inteligentemente le respondió: “Está bien, pero si pierdes, debes dejarle el turno a otro”.
El niño asintió y el anfitrión rio satisfecho cuando se encendió la luz y apareció la silueta de lo que quizá era una estufa. El niño miró unos segundos y sin dejar hablar al anfitrión preguntó:
― ¿Tiene cordones?
― Pero no, mi amigo, ¿cómo va a tener cordones?, respondió el hombre riendo.
El niño pensó un instante más y se le iluminaron los ojitos contestando: “¡Entonces es un mocasín!”.
No necesariamente el fracaso o el triunfo en nuestros objetivos deben condicionar nuestras próximas metas. Es importante plantearse cada meta con una visión esperanzadora independiente de un resultado anterior. Aun y cuando las metas estén relacionadas, cada una es un desafío en sí misma y debe tomarse como tal para no alterar nuestros próximos resultados.
Debemos cuidarnos de no caer en los círculos viciosos que producen los efectos Dominó y Mariposa, por ejemplo:
Fracaso:
Efecto Dominó: “Cada fracaso me conduce a un nuevo fracaso”.
Efecto Mariposa: “Cada fracaso me conduce a un fracaso mayor”.
Esta mentalidad negativa genera una excesiva carga de estrés, lo que se traduce en un estado emocional de ansiedad, que nos lleva a cometer errores que nos acercan al fracaso y a una mentalidad más negativa que la anterior. Se crea así un círculo vicioso que no se romperá a menos que tú lo intervengas.
Éxito:
Efecto Dominó: “El éxito actual me garantiza éxito en mis futuras metas”.
Efecto Mariposa: “El éxito actual me asegura un gran éxito en el futuro”.
Ciertamente la mentalidad positiva es garantía de triunfo, pero una cosa diferente es el triunfalismo, ese que nos lleva a disminuir la acción, a dormirnos en los laureles. El éxito pasado nos invita a confiar en nosotros, pero no a sobreestimarnos porque debemos poner la misma fuerza, el mismo empeño y la misma dedicación. De lo contrario esta sucesión de eventos se enlazará con el círculo vicioso del fracaso.
Es importante mencionar que efectivamente debemos aprender de nuestros éxitos o fracasos pasados, con ellos debemos cargar nuestra caja de experiencias, con ellos debemos modelar, afinar, mejorar nuestro futuro desempeño para así impulsarnos al éxito esperado.
Siempre hay un nuevo comienzo, una nueva etapa que empezar. Lo vital es no perder de vista tu meta y trazar tu camino en función de ti mismo. Y lo más importante de todo: mantener el impulso hacia tus sueños.
“Si agita hoy, con su aleteo, el aire en Pekín, una mariposa puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene”.
J. Gleick
A lo largo de mi vida he visto como los individuos son capaces de cambiar y ante cada amanecer descubrirse como un nuevo ser humano. ¿Quieres impulsarte al éxito y lograr tus metas?, ¿inspirarte con auto motivación?, ¿aprender a gestionar tus emociones?, ¿apalancar valores?, ¿desarrollar hábitos competentes?, ¿descubrir la magia del reconocimiento?.. ¿Quieres amplificar tu ser?
Soy Jaime Mora, amplificador e ilustrador del ser. Escritor por pasión, Coach por vocación, Consultor por acción. Con cinco años en estudios de IV nivel. Con más de 20 años de experiencia en el ámbito empresarial.
Soy director de www.impulsate.com y te invito a suscribirte gratuitamente a mi revista digital “Impulso” para que a través de ilustrativas historias descubras maravillosas reflexiones que alimentan tu mente y te inspiran a dar el paso consciente que transformará tu existir. Visita www.impulsate.com y aprende, crece y vive!.
