La Comodidad de las Mentiras

Hoy te hablaré sobre las mentiras y el por qué son tan convenientes para nosotros. Pero lo primero que debes saber es que vivimos en las mentiras y por las mentiras porque las mentiras son cómodas. Por el contrario, la verdad es dura, inconveniente, incómoda.

Msc.rafael Bestard Bizet
Msc.rafael Bestard Bizet
15 de September · 679 palabras.
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🕘 Resumen

Según el psicoterapeuta Rafael Bestard Bizet, las mentiras son cómodas y convenientes para nosotros, y por eso vivimos en ellas. Mentir es fácil, como ir cuesta abajo, mientras que la verdad es dura, incómoda y nos exige cambiar, como ir cuesta arriba. Las mentiras son convenientes porque podemos inventarlas para que encajen con nosotros, pero con la verdad no podemos hacer lo mismo. Tendremos que ajustarnos a ella y eso va en contra del movimiento natural de la mente, que prefiere la reacción en lugar de la acción. Las mentiras nos permiten permanecer estáticos y estancados, sin cambiar. Por lo tanto, tratar de no ser mentiroso es imposible y solo nos vuelve tensos y neuróticos. El vivir en la mentira es como respirar, y los psicólogos han descubierto que el hombre no puede vivir sin ella ni por tres segundos. La esencia de la mentira es la necesidad de ocultar algo y esconderse de los miedos. En próximos artículos, Bestard Bizet profundizará en los secretos detrás de las mentiras. En resumen, aunque la verdad es incómoda y exige cambio, es importante aceptarla y dejar atrás las mentiras.
LA COMODIDAD DE LAS MENTIRAS
AUTOR: Msc. Rafael Bestard Bizet
Psicoterapeuta y profesor de Psicología.
Hoy te hablaré sobre las mentiras y el por qué son tan convenientes para nosotros. Pero lo primero que debes saber es que vivimos en las mentiras y por las mentiras porque las mentiras son cómodas. Por el contrario, la verdad es dura, inconveniente, incómoda. Mentir es tal como ir cuesta abajo -vas fácilmente. La verdad es ir cuesta arriba -es difícil, arduo, sudas, no es cómoda.

Las mentiras son convenientes porque podemos hacerlas, podemos inventarlas, podemos hacer que encaje con nosotros como un traje o un vestido a la medida. Pero no podemos inventar la verdad. Ahí es donde radica la molestia. La verdad no la puedes inventar, tú tendrás que ajustarte a ella. La verdad no se puede cortar como un traje, la verdad siempre está en el presente, siempre está aquí y ahora. Para ajustarte a la verdad, tú tendrás que cambiar, que accionar y eso va en contra del propio movimiento de la mente. A la mente le gusta la reacción, no la acción. Las mentiras parecen hermosas porque no necesitas cambiar, simplemente cambias la mentira y se ajusta a ti. Y como no te fuerza a cambiar, puedes permanecer estático, estancado.

Por eso, no luches por no ser mentiroso. Eso es imposible. El luchar por ese ideal es lo que te vuelve tenso y neurótico. Cuando estudiaba la Biblia encontré un pasaje muy elocuente al respecto. Decía: Sea hallado Dios veraz aunque todo hombre sea hallado mentiroso. Esa es la naturaleza de la vida social.

Y es que debes entender que con la verdad tienes que cambiar, tienes que desterrar los miedos y los temores porque la esencia de la mentira es la necesidad de ocultar algo. Con la mentira te escondes de tus miedos. Los psicólogos han llegado a entender que el hombre puede vivir sin comida por tres meses, pero no puede vivir sin mentiras ni por tres segundos -es como respirar.

En los próximos artículos continuaré hablándote de algunos secretos que están detrás de las mentiras pero debes entender que detrás del proceso de mentir hay una ley de la mente que es inviolable: Siempre creas la mentira en oposición de lo que eres y luego la exageras para hacer que otros la crean y para que tú mismo te la creas, porque en el fondo hay miedo y el miedo hace que se proyecte lo opuesto. Así, un cobarde se puede volver valiente, puede hasta buscar el peligro aun cuando no haya necesidad, solo para demostrar a otros y para convencerse a sí mismo de que no es un cobarde. Pero en lo profundo tiene miedo de su cobardía, así que: miente y se miente proyectando lo opuesto.

Te voy a proponer un ejercicio muy bueno para que te vayas adiestrando a comprender cómo funciona la mente cuando dices mentiras. Estate atento y la próxima vez que mientas (porque lo maravilloso del caso es que si estamos atentos sabemos perfectamente cuándo estamos mintiendo), solamente observa al temor que hay detrás de la mentira, observa cómo tratas de ocultar lo opuesto a lo que quieres decir. No te juzgues por ese hecho ni te sientas mal, sencillamente observa el esfuerzo mental que has tenido que hacer, observa cómo todo tu cuerpo ha tenido que cambiar: la posición de los ojos, de las manos, el sonido de la voz, la sudoración. Observa cómo todo ha tenido que cambiar para decir la mentira. Quédate como un observador contemplativo y mira lo que está sucediendo contigo cuando mientes. Solo así comprenderás todo lo que se esconde detrás de una mentira. Y la propia comprensión del mecanismo te dará la comprensión de ese disfraz que nos ponemos cuando mentimos. Te voy a revelar un secreto: ¿Sabes por qué se coge más rápido a un mentiroso que a un cojo? Porque mientras más mientes más tienes que recordar. Que la pases bien y que la paz sea contigo.

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