La Soberbia de la Mente

Hoy te hablaré sobre la soberbia de la mente. Te hablaré de la crítica como una manera solapada de no ocuparnos del propio crecimiento y como una forma tergiversada de la envidia y del egoísmo. La crítica es el estado de una mente soberbia.

Msc.rafael Bestard Bizet
Msc.rafael Bestard Bizet
12 de September · 694 palabras.
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🕘 Resumen

En este artículo, el autor explora el mal uso de la crítica y cómo se esconde detrás de la envidia y el egoísmo. La crítica es una manera solapada de evitar el propio crecimiento personal y es comúnmente utilizada por mentes soberbias. La crítica es una forma de parecer que uno es bueno probando que el otro está mal, lo que te da la sensación de que tú estás bien y no necesitas cambiar. Cuando constantemente criticas a los demás no tienes necesidad de transformarte a ti mismo, y esto es muy peligroso porque si tratas de cambiar a los demás en el nombre de tu modelo, puedes destruir la felicidad de los demás. El autor argumenta que los llamados "buenos" están siempre tratando de arreglar a los demás, pero no hacen nada por mejorar ellos mismos. El artículo hace un llamado a ser consciente de la crítica excesiva, ya que puede ser una enfermedad mental contagiosa que mutila y mata en lugar de ayudar y dar luz. En cambio, se debe enfocar en el crecimiento personal y en convertirse en luz para los demás en lugar de intentar cambiarlos.

LA SOBERBIA DE LA MENTE
AUTOR: Msc. Rafael Bestard Bizet
Psicoterapeuta y profesor de Psicología.
Hoy te hablaré sobre el mal uso de la crítica y lo que se esconde detrás de ello. La crítica es una manera solapada de no ocuparnos del propio crecimiento, es una forma tergiversada de la envidia y del egoísmo. Cuando una mente se vuelve soberbia toma la forma de crítica.

Observa que la crítica es una forma de parecer que uno es bueno probando que el otro está mal. Con la crítica tú no necesitas estar bien, simplemente pruebas que el otro o los otros están mal y eso te da la sensación de que tú estás bien, que no necesitas cambiar, que los que deben cambiar son los otros. Cuando constantemente criticas o reprendes no tienes necesidad de transformarte. Y esto es muy fácil -nada es tan fácil como esto, porque siempre luces inocente. Fíjate que si alguien te dice acerca de otro: "¡El es un hombre malo!", casi nunca lo discutes, simplemente lo aceptas. Más bien al contrario, dices: "Sabía que él era así". Pero si alguien dice algo bueno de otro, lo discutes, pides pruebas. ¿Por qué lo bueno necesita prueba y lo malo no necesita prueba? Observa esa tendencia: encontrarás un hermoso fenómeno, uno de los misterios más soberbios de la mente humana.

Por otro lado cuando ya has probado que eres más bueno que el otro, entonces te sientes en el derecho de imponer tu modelo al otro. Comienzas a luchar porque los otros cambien. Por eso la gente que trata de cambiar a los demás es peligrosa, porque en el nombre de su modelo pueden destruir la felicidad de los otros. Date cuenta que los llamados “buenos” están siempre tratando de arreglar a los demás pero ellos no hacen nada por arreglarse a sí mismos. Ellos tienen la tendencia egoísta de ver la paja en los ojos de los demás. Pero eso es una mera ilusión porque cuando criticas estás perdiendo tiempo y posibilidades de convertirte en luz. Ten cuidado con la crítica excesiva pues es una enfermedad mental contagiosa. Con ella puedes mutilar, puedes matar, puedes lisiar, pero no puedes ayudar ni a transformarte ni a transformar a nadie.

Por eso, a menos que tú te hayas transformado, no entres en la vida de nadie. Cuando estés lleno de luz podrás ayudar. Realmente, cuando esto ocurra no habrá necesidad de hacer ningún esfuerzo en ayudar. La ayuda fluirá de ti como la luz fluye de una lámpara, o la fragancia de una flor, o la luz de la luna en la noche, fluirá sin ningún esfuerzo. Deja esas adicciones de criticar. Ármate de valor para conocerte a ti mismo. Abandona el miedo y no trates de escapar de ti mismo a través de la crítica a los demás.

Te voy a brindar un ejercicio que te puede ayudar en esto. A partir de ahora trata de aceptar a todo el mundo. Trata de comprender. Se lo suficientemente humilde como para reconocer que todo está en perfecto equilibrio, que lo que te molesta de tus hijos, de tu cónyuge, de tus amigos y de tus supuestos enemigos es tu propia desdicha, que lo que le señalas a los demás es lo que precisamente tratas de ocultar en ti. Cada vez que sientas la tentación de criticar a alguien ten presente que es como si te estuvieras mirando en un espejo. Hay un proverbio muy sabio que dice: “Se lo que estás pensando de mí porque eso mismo es lo que tú piensas de ti”.

Hay una historia que quisiera relatarte: A un individuo dotado de auténtico espíritu emprendedor, pero al que desalentaban las fuertes críticas que se le hacían, un sabio le dijo: Hijo, escucha las palabras del crítico que te revelarán lo que tus amigos tratan de ocultarte, pero no te dejes abrumar por lo que el crítico diga. Nunca se ha creado una estatua en homenaje a un crítico. Las estatuas son para los criticados. Que la pases bien y que la paz sea contigo.

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