Adiciones y la Química Cerebral
Esta es una explicación simplificada de la forma en que la química cerebral es alterada por el abuso de sustancias psicoactivas y la instalación de la adicción.
19 de July · 348 palabras.
🕘 Resumen
El consumo de drogas modifica el centro de placer del cerebro, el núcleo de accumbens y la amígdala, liberando una gran cantidad de dopamina, el neurotransmisor encargado de comunicar la sensación de placer entre las neuronas.
Al comer, por ejemplo, se origina la sensación de placer por la liberación de dopamina que refuerza en nuestra memoria la actividad necesaria para nuestra supervivencia.
Sin embargo, cuando se consume alcohol o drogas este mecanismo se distorsiona debido a la gran cantidad de dopamina liberada que tarda en reponerse.
La distorsión de la química cerebral provoca que el adicto quiera repetir la experiencia al aumentar la dosis, lo que lleva a una mayor frecuencia de consumo y a la dependencia.
La abstinencia provoca un gran malestar físico que puede ser evitado procurando ayuda y tratamiento especializado en adicciones.
De esta forma, modificar la química cerebral con drogas no solo afecta el centro de placer, sino que puede conducir a un ciclo adictivo que puede ser difícil de salir sin ayuda profesional.
Cuando consumimos drogas el centro de placer del cerebro libera una gran cantidad del neurotransmisor llamado DOPAMINA. Este neurotransmisor es el encargado de comunicar entre las neuronas la sensación de placer. Por ejemplo si comemos y estamos satisfechos, primero vamos a sentir placer al saborear la comida y también vamos a sentir placer de estar satisfechos. Esta sensación de placer se origina por la liberación de dopamina que transmite el mensaje entre las neuronas. ¿Por qué existe este mecanismo de placer? Porque comer, por ejemplo, es bueno para nuestro organismo y al sentir placer estamos reforzando en la memoria una actividad que es necesaria para nuestra supervivencia.
Las cantidades de dopamina liberada por estas actividades relacionadas con el placer son pequeñas y la reposición de dopamina, aunque lenta, es suficiente para mantener un nivel listo para ser liberado.
¿Que ocurre cuando consumimos alcohol o drogas? Este mecanismo del placer se distorsiona. Principalmente por la gran cantidad de dopamina que es liberada. Proporciona una inmensa sensación de placer. El problema es que la dopamina tarda en reponerse. Y las actividades que normalmente nos proporcionaría placer, prácticamente ni las notamos.
Esta distorsión de la química cerebral hace que el adicto quiera repetir la experiencia, pero como probablemente su nivel de dopamina esté bajo, va a aumentar la dosis, es decir, va a necesitar consumir más para sentir la misma sensación de placer. Este fenómeno se conoce como TOLERANCIA.
A medida que las dosis aumentan, también aumenta la frecuencia de consumo lo que lleva a la DEPENDENCIA.
Es decir cuando ya se es dependiente no se consume por el placer que obtenemos, sino por el sufrimiento que experimentamos cuando no consumimos. Este fenómeno es conocido como SINDROME DE ABSTINENCIA. Para evitar el gran malestar físico que produce el síndrome de abstinencia es que al adicto le es prácticamente imposible dejar de consumir.
Asesoría Terapéutica
Ronny Schmatz Wolff
www.asesoriaterapeutica.com