En Internet, la Suerte No es la Respuesta
Por la cantidad de gente que entra esperando ganancias instantáneas, parecería que solo confían en la suerte para lograrlo. No siempre pasa así.
29 de January · 383 palabras.
🕘 Resumen
El éxito a menudo es atribuido a la suerte, pero los casos reales de suerte son raros. A menudo, el éxito viene con mucho trabajo y dedicación.
Un ejemplo es un amigo del autor, quien comenzó a vender computadoras antes de terminar la universidad, construyó su reputación, hizo contactos y finalmente abrió su propio negocio.
Su primer cliente importante no lo contrató solo porque era atractivo, sino porque había oído hablar de él y quería probar su habilidad. Si no hubiera trabajado duro durante ese tiempo, no habría tenido el éxito que tiene hoy.
La suerte puede existir, pero solo beneficia a aquellos que están preparados. La preparación incluye trabajar duro, construir una reputación y aprovechar oportunidades cuando se presentan. La suerte no debería ser una excusa para no trabajar duro y no seguir adelante.
El artículo termina incitando al lector a prepararse y aprender cómo ganar dinero en línea.
Para ser justos, he de decir que he visto a muchas personas que realmente tuvieron suerte: estuvieron en el momento y lugares exactos para levantar un negocio, empezar una carrera o hacerse famosos cantando.
Sin embargo, los casos de “suerte”, como la que se tiene al tirar unos dados, son raros.
En muchos negocios hay quienes parecen haber logrado el éxito de la noche a la mañana.
De hecho, un amigo mío me dijo que parte de su éxito se debió a la buena suerte que tuvo.
Creo que peca de modesto.
Comenzó desde antes de terminar la carrera a vender computadoras. Mientras otros nos dedicábamos al relajo, el hacía ventas y sacaba algo de lana.
Con el tiempo hizo algunos clientes y terminó de pagar su carrera (antes la pagaban sus papás) y al salir puso su negocio.
Pareció un ascenso meteórico. En pocos meses estaba vendiendo suficiente para mantener su local y varios empleados (en un medio donde a veces pasan años para eso) y tenía contratos con empresas importantes.
Hoy su empresa, a pesar de que no es una bodega enorme, le da un estilo de vida bastante desahogado y es una de las más influyentes en la región, tanto o más que algunas compañías más grandes.
¿Suerte? No lo creo.
Su primer cliente grande lo agarró cuando estaba por salir de la escuela. En ese entonces ya tenía más de una año vendiendo equipo y haciéndose una reputación de buen precio y calidad.
El tipo que lo “descubrió” no lo hizo solo por bonito: había oído hablar de él y quería probar si era cierto que podía manejar la cuenta.
De no haber trabajado duro durante ese año y medio mientras los demás disfrutábamos de nuestra juventud, probablemente no estaría en donde está.
El azar es caprichoso, pero la famosa “suerte” solo le sirve a quién está preparado. De otra manera, ni siquiera se darán cuenta de que hubo una oportunidad.
¿Tú ya te preparaste?
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