La Ritmicidad de la Existencia

La vida es un ritmo cuya melodía se desconoce. El compás que te sirvió para danzar ayer, difícilmente te sirva para hoy. El siguiente lo desconoces y no puedes preverlo. Por eso si quieres vivir y fluir con el ritmo de la vida, tienes que hacerlo aquí y ahora.

Msc.rafael Bestard Bizet
Msc.rafael Bestard Bizet
14 de January · 602 palabras.
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🕘 Resumen

La vida es un ritmo desconocido y para vivirla plenamente, hay que hacerlo en el presente. Todo en el universo está en armonía y equilibrio, por lo que no existe el estrés, ya que este es salirse del ritmo.

Se puede observar este ritmo en la naturaleza, como en el abrir y cerrarse de una flor, el ciclo de las estaciones, la alternancia del día y la noche, entre otros.

Para comenzar a vivir al ritmo de la respiración, se debe entender que esta es vida y compuesta por dos ciclos: inspiración y espiración. La respiración es la puerta de la existencia, y cuando se nace, lo primero que se hace es inspirar y cuando se muere, lo último que se hace es expirar.

Para conectarse con este ritmo, se puede hacer un ejercicio que ayude a respirar de manera consciente y profunda. Esto puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.

Vivir en el presente y al ritmo de la vida misma puede ser una forma efectiva para alcanzar la felicidad en la vida.

Imagina que tienes necesidad de bailar al compás de una música cuyos acordes jamás has escuchado. Desconoces la melodía y cuando empiezan los primeros compases ya debes iniciar el baile. Cada nuevo compás, cada nuevo acorde es desconocido, por lo tanto no puedes esperar repetición ni puedes adelantarte en el movimiento. Para bailar bien ese tipo de música no hay patrones preestablecidos, solo puedes hacer una cosa: escuchar y dejarte llevar por la música; improvisar y tratar de no atrasarte ni adelantarte. Solamente puedes bailar en el presente. La vida es así. La vida es un ritmo cuya melodía se desconoce. El compás que te sirvió para danzar ayer, difícilmente te sirva para hoy. El siguiente lo desconoces y no puedes preverlo. Por eso si quieres vivir y fluir con el ritmo de la vida, tienes que hacerlo aquí y ahora. Todo en el universo es rítmico. Todo en el universo es armonía. Todo en el universo es equilibrio. En el universo no existe el estrés, porque el estrés es esencialmente eso: salirse del ritmo. ¿Conoces a alguna planta estresada o algún animal digno de ser ingresado en una casa de salud mental o necesitado de psicofármacos para poder dormir? Observa el abrir y el cerrarse de una flor, el trabajo del corazón, los procesos de inspiración y espiración en la respiración, la alternancia del día y la noche, el ciclo de las estaciones y de la luna, el movimiento del mar con sus mareas. Todo es ritmo y armonía. Todo es una sublime y alegre música. Y esos ritmos forman parte de la vida. Hoy te voy a recomendar un ejercicio que te servirá para comenzar a vivir al ritmo de la respiración, quitarte el estrés y poder dormir como hace tiempo no lo hacías. Pero antes debes entender que la respiración es vida. La respiración compuesta de dos ciclos: inspiración (que es tomar el aire) y espiración (que es soltar el aire) son las puertas de la existencia. Cuando se nace lo primero que se hace es una inspiración y cuando se muere lo último que se hace es una espiración. Vida y muerte están unidas a la respiración. Cuando la respiración es perfecta todo lo demás se ordena. Por eso, si no respiras plenamente, no puedes vivir plenamente. Damos por sentado el hecho de que sabemos respirar pero no es así. Si estás estresado o estás sufriendo es porque básicamente estás reteniendo; estás estancado. Y todo comienza con la retención de la respiración. Fíjate que cuando temes o estás inquieto retienes la respiración y observa que cuando estás profundamente enamorado de alguien tu respiración es totalmente diferente. Y ahora vamos al ejercicio. Prueba a hacer el ejercicio ahora mismo mientras me lees. No importa la posición en la que estés, solamente cierra los ojos y observa desde dónde y hasta dónde se extiende tu inspiración y desde dónde y hasta dónde se extiende tu espiración. Observa los espacios que hay entre la inspiración y la espiración y entre la espiración y la inspiración. No cambies tu respiración, no importa que sea lenta o rápida, que sea profunda o superficial, solo observa como se alternan uno y otro ciclo. Si algún pensamiento llegara a interrumpirte, no te preocupes, sin alterarte o molestarte, vuelve otra vez a atender al ritmo de tu respiración. Toda tu atención ponla en observar a la discontinuidad del ritmo respiratorio como si eso fuera lo único que existiera en el mundo. Continúa observándola y suéltate cada vez más,………mucho más suelto. Eso es. Que la paz sea contigo y que la pases bien.

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