La Política y el Cambio Climático
El cambio climático sigue avanzando y amenaza con destruir el planeta. Sin embargo, quienes toman las decisiones están más preocupados por la política que por el resultado
27 de March · 413 palabras.
🕘 Resumen
El cambio climático es un tema que ha sido objeto de mucha controversia, donde algunos argumentan que es exagerado y otros que es real y grave. El problema es que ambas posturas están siendo abordadas desde una perspectiva política, en lugar de una científica.
Los detractores del cambio climático argumentan que la temperatura siempre ha ido fluctuando y que el CO2 es beneficioso para las plantas. Por otro lado, los alarmistas han presentado gráficas y tendencias exageradas.
Ambas posturas están basadas en datos que han sido manipulados para favorecer una postura. Esto ha llevado a que las iniciativas para ser más ecológico no solo sean exageradas, sino que también beneficien a aquellos con los recursos necesarios para implementarlas.
La solución no está en la política, sino en la acción individual. Es importante que cada persona se sienta comprometida en hacer cambios en su estilo de vida para contribuir a reducir la contaminación y el cambio climático, sin depender exclusivamente de los líderes políticos.
Durante mucho tiempo, todo lo relacionado al cambio climático fue terreno exclusivo de la ciencia. Los datos y cambios eran registrados, medidos e interpretados por muchas personas, hasta que la evidencia de cambios hizo que todos empezaran a juntar las piezas del rompecabezas y a dar la alarma.
Después de que se comenzó a darle publicidad al cambio climático, comenzaron los dimes y diretes de los dos bandos: los que dicen que no pasa nada y los alarmistas.
Yo en lo particular no estoy de ningún lado porque ambos están viendo todo con política y no con ciencia.
Los detractores del cambio climático dicen que no es cierto, que la temperatura sube normalmente y, también graciosamente, los gases invernadero como el CO2 son buenos para las plantas y arreglarán la situación mundial del hambre.
¿Para qué preocuparse si todo está bien y la tecnología se encargará de todos los problemas?
Los alarmistas, por otro lado, han mostrado gráficas, números y tendencias que ya se vio, desde hace años, que están sumamente exagerados.
Sí hay problemas de contaminación y sí hay cambio climático, pero no es ni tan sutil como dicen algunos ni tan exagerado como dicen otros.
El problema es que ya todos se comportan como políticos. Esgrimen los mismos datos, que ambos desmienten, y se agarran a gritos y sombrerazos. Como en cualquier onda política, el clima vale sorbete: lo que importa es ganar.
Muchas de las iniciativas para ser verde, controlar los gases, la energía alternativa y muchas otras cosas no solo son muy exageradas sino que, además, tienen la cualidad de darle grandes ganancias a quienes estén en el lugar correcto y con los recursos suficientes.
¿Cuándo llegamos a esto? Si realmente se va a hacer algo por el planeta, la respuesta no está en la política sino en la acción de todas las personas, no solo a la hora de elegir a quienes llevarán las iniciativas, sino también a la hora de ser más cuidadosos con el planeta.
La ciencia es ciencia: no tiene alianzas, favoritos ni “bien común”. ¿Por qué siempre le gana la política?
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