El Hombre Que Creyó a Jehova
Hace casi 4 mil años un hombre como tu o como yo recibio una encomienda del Señor, el creyó a Dios. Estuvo a punto de Sacrificar a su hijo pero el Señor proveyó el cordero para el sacrificio He aquí lo que pasó.
21 de November · 465 palabras.
🕘 Resumen
El relato narra la historia de Miguel, amigo de Dios, quien comienza a dudar al ver el sendero que los seres humanos deben transitar, lleno de obstáculos y dolor.
Junto a un joven y un anciano, caminan hacia una piedra en lo alto de una montaña donde el anciano amarra al joven como si fuera a sacrificarlo. En ese momento, un grito de un carnero se escucha por toda la tierra de Moriah y el anciano detiene el sacrificio.
La historia nos muestra la percepción de Miguel sobre la humanidad y cómo incluso en momentos de dolor y tragedia, puede haber un momento de salvación.
Además, hace una analogía con la historia bíblica de Abraham y su hijo Isaac, donde Dios se detiene antes de permitir que se realice el sacrificio en el último momento. El relato invita a reflexionar sobre la libre voluntad y la capacidad de elección humana.
En resumen, el cuento presenta una reflexión sobre el sufrimiento de los seres humanos y la importancia de la misericordia divina en la vida.
Caminaron por espacio de una o dos horas, tomaron aire un rato bebieron de unos odres algo parecido a vino o quizá era agua, Miguel no alcanzaba a ver su contenido interior, El muchcho seguía pensativo, el libre albedrío no le permitía al Arcangel saber cuales eran sus cavilosos pensamientos, pero lo seguía con intrigante persistencia, que pasaba con estos hombres, y porque la alegría del Seños de Señores, Miguel no comprendía esa alegría pues los humanos no daban muestras de estar contentos ni alegres.
Al fin en lo alto del camino, en la cumbre del cerro, rodeados de un sepulcral silencio, encontraron una piedra de regular tamaño, con unas estacas laterales las cuales le servian de sosten cual cirios a la par de un cadaver, se miraba que la piedra había sido tallada para servir como una especie de cama, quizá para el cansado viajero que pernoctara por aquellas latitudes del Hebrón.
El anciano con voz cansada, triste, pero enérgica ordenó.
- Acuestate hijo mio
El joven no objetó, sencillamente obedeció, el anciano tomo un par de reatas y amarró al joven a los laterales que sostenían la piedra, De pronto; ¡ Ho Sorpresa! El anciano tomo un enorme cuchillo forjado con bronce y hierro de las minas que se encuentran a las orillas del Eufrates, y lo hizó para clavarlo en las entrañas del joven y culminar aquella agonía que le roia sus pensamientos, pero... En ese preciso momento un grito de un carnero se escucho por toda la tierra de Moriah
De pronto se volvió a escuchar aquella sonora carcajada y una voz que decía ¡Cree en mi realmente cree en mi, Mi siervo Abraham, realmente cree en mi!
y Alli estaba Abrahan con su hijo Isaac, dando gracias a Jehova, por haberlos librado y agradeciendo la promesa que en su simiente se harían benditas todas las naciones de la tierra y se multiplicarían como las estrellas del Cielo. Sea el Nombre de Dios Bendito.
Si crees que puedes o si crees que no puedes tu tienes razón
Lic. Mainor Calderón
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