Mujeres... Quién Pudiera Entendernos...

Ya que hice una crítica sagaz acerca de los hombres, lo justo y por ello necesario es que actuase de igual forma con las mujeres, ¿no?

Andrea Josefina
Andrea Josefina
21 de November · 433 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo aborda las complejidades que enfrentan las mujeres a lo largo de su vida en relación con las expectativas y normas impuestas por la sociedad. Desde la niñez, se espera que las niñas cumplan con ciertos estándares de feminidad, belleza e inteligencia, sin que esto represente una amenaza para la masculinidad. Esto provoca que las mujeres interioricen estas expectativas y luchan por contradecirlas y alejarse de ellas. Sin embargo, a menudo se juzgan mutuamente y se critican unas a otras. Se sienten amenazadas por la belleza de otras mujeres y ven en ellas un peligro de robo de sus parejas ideales. El artículo cuestiona la validez de las historias de amor que se presentan en las películas de Disney, donde el amor siempre triunfa y todo es perfecto. En la vida real, las historias de amor pueden no ser necesariamente felices o trágicas, sino simplemente imperfectas, y no siempre hay correspondencia entre los sentimientos de ambas partes. Las mujeres deben aprender a aceptar y valorar su propia individualidad y dejar de juzgar a otras mujeres.
La mujer, extraño ser que cree vivir en un mundo de rosas en la adolescencia y de espinas a medida que madura. Siempre complicando las cosas, para nosotras no hay nada simple, solo simplicidades unidas a una serie de complejidades que hacen más confusas a las primeras.
Durante toda nuestra infancia y adolescencia recibimos “clases” de cómo debemos comportarnos y ser: femeninas, escuetas y concisas, delgadas, guapas, inteligentes pero sin que esto llegue a ser un problema para el ego masculino, etc, etc, etc. Siempre hemos oído este tipo de comentarios. La mayoría de las personas que nos rodean actúan como la “Señorita Rotenmeyer” en Heidi, coartando nuestra voluntad y ¿qué es lo peor de todo? Que nosotras somos las mejores aprendices del mundo, lo que resulta estúpido y confuso, ya que nos pasamos nuestra existencia intentando contradecir lo que nos han enseñado e intentando alejarnos de todas las normas que nos fueron impuestas ¿cómo puedo afirmar esto? Es tan sencillo como ver lo criticonas que somos las mujeres, y la mayoría castigamos más, que digo más, mucho más a las de nuestro sexo que a los hombres con nuestras lenguas pérfidas. Nos sentimos asustadas ante la belleza de otra fémina, creo que instintivamente vemos en ellas el peligro de que nos “roben” a nuestro hombre ideal, o el trabajo perfecto, o los cumplidos del resto del mundo que tanto añoramos para sonreír.
Somos pues, un conjunto de inseguridades andantes deseosas de ser amadas por un príncipe de Disney. Lo que muchas no saben, es que igual que en las películas de la productora anteriormente citada, ¡SOLO SON ILUSIONES QUE NOS HACEMOS CON EL PASO DEL TIEMPO! En la verdadera historia de La Sirenita
¡Ella muere! Y en la cenicienta la princesa ¡no se casa con el chico guapo! ¡Es su “preciosa” hermana quien lo hace!
Las verdaderas historias de amor son trágicas en algunos casos y no totalmente felices en otros, y en una auténtica minoría ambos cónyuges ven correspondidos sus sentimientos para la eternidad. Faltan historias de amor como la de LA CASA DE BERNARDA ALBA, y sobran como las de Blancanieves.  Un poco de realidad y de trabajo en equipo es lo que nos hace falta para bajar de las nubes a la tierra y contemplar la realidad.
Nos pasamos nuestra vida criticando a aquellas que vemos como rivales, y compadeciéndonos de las feas.
¿Acaso hay mujer perfecta? ¿Acaso nuestras críticas modifican a las divas? ¿Por qué no vivimos nuestra vida y dejamos de juzgarnos unas a otras?
El debate, queda abierto, y tú ¿Qué opinas?

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