Este escrito es un tributo a Julio Cortázar y a la vez está dedicado a mi hija.La belleza de un cronopio es el poder que le otorga el observar el mundo con ojos de niño.Posiblemente este sea mi último escrito en estas páginas. Un escritor crece cuando sus lectores comentan sus escritos.
Acerco mis manos desnudas a tu cara y dibujo tus ojos que son mis ojos a la vez. Con pinceladas alegres los veo brotar y observar aquello que solo un niño ve. Es como si por primera vez viese tu mirada a través de mí. Con la curiosidad de un ratón buscan mi sonrisa que es tu sonrisa, esa pequeña aureola disfrazada de payaso que infunde confianza en ti misma. Con tu cálida luz irradias el corazón marchito que busca en ti la propia esencia de mi vida. Es el calor de tus pequeñas manos las que cobijan todos mis miedos convirtiéndolos en elegantes mariposas que emprenden el vuelo hacia países de ensueños. Y no es menos cierto que cuando te miro me veo a mi mismo, pero más humano y a la vez más pequeño, porque tu eres demasiado grande para describirte con palabras ya inventadas. Buscarte en este mundo tan real es perderse entre cipreses de llanto profundo ya que mis ojos me pesan y el alma me oprime. Sé que esos ojos que tu me regalas son los soles que tanto anhelo, son la primera felicidad hecha materia.
Comparte tu conocimiento y tus intereses con el mundo.