Respetar y valorar la diversidad
Este artículo de opinión está dirigido especialmente al Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT) de El Salvador; y por supuesto, a la comunidad educativa salvadoreña.
15 de November · 1355 palabras.
🕘 Resumen
En El Salvador, se ha evaluado desde hace años la competencia ciudadana de "Aceptar y valorar la diversidad" en el sistema educativo básico.
Sin embargo, a partir de 2022 se ha eliminado esta competencia de los registros de evaluación, aunque se había registrado en el Sistema de Gestión Educativa Salvadoreña durante los dos primeros trimestres del año. No se conocen las razones detrás de esta decisión.
Es importante destacar que el respeto es fundamental en la convivencia pacífica, y debe ser visto no solo como un derecho, sino también como un "derecho-deber".
Se ha enfatizado la palabra "derecho" en las escuelas salvadoreñas, pero se ha olvidado que cuando se tiene un derecho, también se tiene el deber de respetar a quienes nos rodean.
En este sentido, es importante reconocer el valor de aceptar y valorar la diversidad, lo que implica respetar las diferencias y aprender a convivir en armonía con personas de otras culturas y creencias.
En definitiva, la eliminación de esta competencia ciudadana de los registros de evaluación debe ser reconsiderada para fomentar una educación inclusiva y respetuosa.
Sobre el tema, narro brevemente el porqué; pues, desde hace años se ha venido evaluando en el sistema educativo básico salvadoreño una competencia ciudadana denominada: “Acepta y valora la diversidad”. Resulta que a partir del año dos mil veintidós desaparece de los cuadros de registro de evaluación; y si bien es cierto, se registró en el Sistema de Gestión Educativa Salvadoreña (SIGES) durante los primeros dos trimestres del año, desaparece en la evaluación del último trimestre. ¿Cuáles son las razones o argumentos esgrimidos? Los desconozco, y al final, no son el interés de este artículo. Interesa demostrar el porqué no debieron suprimir ese aspecto conductual.
En un primer momento debemos reflexionar sobre la convivencia pacífica. Todos somos coincidentes en ese sentido, pues el respeto es la base de la paz; pero no visto solamente como un derecho, sino como un “derecho deber”. Hace años se viene enfocando la palabra “derecho” en las escuelas salvadoreñas, al punto que obviamente se ha convertido en una palabra que se domina popularmente, pero se olvida que desde que nace un derecho a mi favor, también nace el deber a favor de quienes me rodean. Así como hablo del derecho a que me respeten, en la misma medida tengo el deber de respetar. El humilde carpintero de Galilea, el Maestro, Jesucristo, dijo:
“Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti”.
Sencillo, ¿verdad? Son tantos ejemplos que podemos citar, y uno básico, mantener limpia la ciudad. Todos se quejan de la suciedad (basura) en las calles, y todos tenemos la pésima práctica de botar desechos en cualquier lugar; lo que constituye una falta de respeto al derecho de vivir en un ambiente saludable que tienen todos los miembros de la comunidad.
Pues bien, cuando se habla de aceptar y valorar la diversidad, precisamente estamos dejando claro que se tiene el deber de respetar a los demás. ¿Cuál es el miedo a la palabra diversidad? La palabra diversidad es propia de lo que llamamos “Universo”. En nuestro idioma se hace fácil comprenderlo como la “unidad de lo diverso”; la variedad.
Como humanos, somos diferentes desde todo punto de vista, en lo biológico, psicológico y social. Esas diferencias son las que debemos respetar e incluso aceptar y valorar; no debemos discriminar por ningún motivo, para ello recomiendo leer las siguientes normas:
Artículo 2 Declaración Universal de Derechos Humanos
Artículo 2 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Artículo 2.2 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
Artículo 2 Declaración Americana de los Derechos y deberes del Hombre
Artículo 1 Convención Americana Sobre Derechos Humanos
Artículo 3 Constitución de la República de El Salvador
Como se ha dejado claramente establecido, la normativa jurídica estable el derecho deber a respetar a los demás sin discriminación alguna.
En el orden de ideas expuesto inicialmente, el ente rector en educación (MINED hoy MINEDUCYT) difundió ampliamente la temática relacionada con “educación para la diversidad”. Se pidió a los docentes que incorporarán en sus planificaciones actividades específicas para atender a la diversidad; pero, ¿qué debemos entender por planificar para la diversidad? Bueno, no todos los estudiantes aprenden a un mismo ritmo, ni de la misma manera (existen diferentes tipos de aprendizaje); además, el entorno familiar y social incide en el aprendizaje, problemas de salud y hasta genéticos, lo mismo que el tipo de parto (natural o cesárea); son algunas valoraciones que se deben realizar al momento de planificar para la diversidad. Por supuesto que es altamente complicado, requiere de conocimientos específicos (especiales) por parte del docente y un enorme compromiso con la educación de la niñez, adolescencia y juventud (básica, media e incluso superior).
Por otra parte, el Programa de primero y segundo ciclo de Moral Urbanidad y Cívica trata específicamente de aceptar y valorar la diversidad (Unidad 2. Páginas 27, 35, 45, 54, 62 y 70).
¿Cómo abordar la temática? El uso de narraciones, fábulas, parábolas, puede ser útil. Por ejemplo, interesante la siguiente:
Asamblea en la carpintería
“Resulta que en una carpintería se reunieron las herramientas, pues no se aguantaban unas a otras; y necesitaban resolver sus diferencias.
El martillo tomo el control de la reunión, ejerciendo la presidencia, pero le dijeron que debía renunciar, pues hacía mucho ruido y golpeaba mucho. El martillo aceptó su culpa, pero dijo que el tornillo también tenía que ser expulsado porque había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. El tornillo aceptó, pero pidió que expulsaran a la lija porque era muy áspera. La lija asintió en el pedido, pero a la vez dijo que expulsaran al metro, pues siempre se la pasaba midiendo a todos creyéndose el único perfecto.
De pronto entró el carpintero, se puso el delantal y usando madera y cada una de las herramientas de la carpintería procedió a construir un bello y fino mueble.
El carpintero se marchó, y fue el momento de continuar con la deliberación sobre la expulsión del martillo, el tornillo, la lija, el metro, en fin. Tomó la palabra el serrucho, diciendo:
"Señores, todos tenemos cualidades negativas y positivas, y el carpintero trabaja con nuestras cualidades, y eso nos hace valiosos; por tanto, no pensemos en nuestros defectos, sino que nuestras buenas cualidades".
Al final, todos estuvieron de acuerdo en que el martillo era fuerte, el tornillo unía, la lija afinaba y quitaba asperezas, el metro era preciso y exacto. Se sintieron un equipo capaz, orgullosos de sus fortalezas y de trabajar en cooperación como equipo”.
FUENTE: https://valoresvillalta.blogspot.com/2020/06/asamblea-en-la-carpinteria.html
Con el ejemplo citado se pueden hacer tantas valoraciones, analizar nuestras virtudes, fortalezas y debilidades. Asimismo, destacar que somos diferentes, pero que si sumamos nuestras diferencias, logramos la unidad y además fortalecemos la convivencia pacífica.
Por otra parte, en la asignatura citada se destacan tantos elementos positivos para que los estudiantes se vean a sí mismos, a sus compañeros, a sus padres; todo con la idea de que aprendan a ver en los demás sus cualidades positivas. Obviamente, vivimos en una sociedad que solo ve lo malo; lo ponemos con un ejemplo:
“En una oportunidad cierto docente presentó a la clase una página de papel bond en limpio; y preguntó a sus estudiantes que veían, y bueno, nadie dijo observar algo; luego, en esa misma página colocó con un lápiz un punto negro e inmediatamente todos dijeron que veían ese punto”. De igual manera, las personas solo vemos lo negro, los defectos de las personas que nos rodean.
Como puede darse cuenta el lector, se usa esa narración para destacar que todos somos diferentes, pero que las diferencias son útiles.
Uno de los principios democráticos que debemos destacar en este tema es el siguiente: “De la mayoría y la defensa de los derechos de las minorías”. ¿Qué significa? De una manera sencilla, respetar; la regla de la mayoría exige el reconocimiento de la necesidad y legitimidad de la existencia de las minorías; por consiguiente, el respeto a sus derechos.
Las personas pertenecen a diferentes cultos religiosos; se afilian a diferentes partidos políticos; se asocian para constituir sindicatos: y más que no mencionaré. En todas nuestras relaciones sociales, laborales y familiares encontraremos que las personas son diferentes, y debemos valorarlas por el hecho de ser personas, a dar un trato digno, respetuoso y por supuesto, comportarnos fraternalmente.
Los niños deben practicar valores morales y las escuelas propiciar su adquisición; y como se ha destacado a través del presente artículo, teniendo como base el respeto a las diferencias individuales.
Por las razones antes dichas no veo necesario eliminar esa competencia ciudadana, como tampoco eliminar del programa de Moral Urbanidad y Cívica las unidades citadas que tratan sobre el tema abordado. Ni jurídica (normativas citadas), ni pedagógicamente (ritmos de aprendizaje y modo de aprender) hablando se justifica.
¿Por qué eliminarla? ¿No será que se equivocaron cuando la aplican exclusivamente a lo que se conoce como orientación sexual? Sobre el tema de orientación sexual no hablaré, pero sería bueno hacer un análisis de los grandes errores cometidos por organismos internacionales e instituciones nacionales, porque una cosa es respetar, aceptar y valorar; y otra totalmente diferente, propiciar.
Lic. Jaime Noé Villalta Umaña
Abogado y Notario