Entrevista a Guillermo Chas, un carismático abogado que brilla con luz propia

A sus 31 años, Guillermo Chas junta la experiencia de profesionales que doblan su edad. Con un perfil académico intachable, sólida presencia en los medios, y una nutrida agenda de contactos, su carrera toma impulso pero no lo marea.

Gustavo Cegan
Gustavo Cegan
6 de January · 1501 palabras.
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🕘 Resumen

Guillermo Chas es un abogado argentino conocido por su papel en un caso judicial relacionado con violaciones de derechos humanos durante la emergencia sanitaria. Desde entonces, ha aparecido en diversos medios de comunicación y ha demostrado ser un abogado sólido con una gran trayectoria. Chas nació en Buenos Aires pero decidió radicarse en el interior del país, donde se identifica con los valores y las tradiciones locales. Su personalidad imponente es lo que le ha permitido hacerse un nombre en tierras donde reciben con cierto recelo a los porteños. En la entrevista, Chas habla de su preocupación por la seguridad jurídica en su país y su deseo de trabajar en la construcción de un Estado de derecho fuerte y sostenible. Con su acercamiento a la política, Chas espera ser parte de una nueva generación de líderes que traigan aire fresco a la política argentina y que contribuyan a un país más justo y equitativo. En general, Chas es un abogado joven con mucho talento y potencial, cuya prometedora carrera se ve impulsada por su personalidad y su compromiso con la justicia social.

Guillermo Chas llega puntual al lugar de encuentro, caminando a paso firme, de impecable traje y corbata, haciendo gala de su buen porte. Mira fijo a los ojos mientras extiende su mano para saludar con firmeza y agradece la invitación para esta entrevista.

La primera apariencia reafirma lo que me dijo un colega periodista de una de las radios más importantes de la región: Guillermo tiene la impronta de quienes están para grandes cosas.

Desde su irrupción en los medios en un resonante caso judicial ocasionado por violaciones a los derechos humanos durante la gestión de la emergencia sanitaria, ocasión en la que demostró una solidez de abogados con años de trayectoria, tuve el interés de poder dialogar con él y entrevistarlo.

Las circunstancias hicieron que nuestro contacto se demorara más de lo que pretendía, pero sus continuas apariciones en medios de todo tipo - desde canales de televisión hasta los principales diarios de la región - me permitieron seguir sus pasos en tercera persona y confirmar la impresión que tuve cuando lo escuché por primera vez: Guillermo Chas brilla, y lo hace con luz propia.

Nacido en la Ciudad de Buenos Aires un 27 de julio de 1990, su decisión de radicarse en el interior del país no pudo borrar - al menos por ahora - el acento que caracteriza a los porteños. Y tampoco pudo con esa personalidad imponente, que, muy posiblemente, es la que le permitió abrirse paso y hacerse de un nombre propio en tierras que suelen recibir con cierto recelo a los rioplatenses.

"La verdad es que el acento es lo único que tengo de porteño" dice Guillermo Chas y continúa "siempre me sentí muy identificado con los valores y las tradiciones de los pueblos y el interior histórico de nuestro país, y desde chico soñaba con poder radicarme lejos de la gran ciudad".

Su preocupación, confiesa, giraba en torno a un preconcepto que le habían transmitido algunas personas cercanas: la supuesta falta de oportunidades en un país como la Argentina, donde Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires.

"Sin embargo, el deseo de buscar otro estilo de vida pesó más y, en un momento, empecé a pensar que esa debilidad podía ser una fortaleza: en la Capital ya estaba todo hecho, y la experiencia que había adquirido allí podía funcionar como un diferencial para desarrollarme profesionalmente en un lugar más tranquilo" explica Guillermo.

Su teoría no falló. Luego de haberse recibido de abogado en la Universidad Católica de Puerto Madero, donde no solo consiguió dos becas y un promedio de 9,67 sino que fue Presidente del Centro de Estudiantes de Derecho - cargo en el que lo antecedieron personalidades como Daniel Hadad y Jorge Sapag - y, también, de la Federación de Centros de Estudiantes; y tras sumar valiosos antecedentes laborales, tomó la decisión de partir.

Llegó a la Provincia de Corrientes con veintinueve años de vida y once de experiencia en el ámbito de la política y el derecho. Durante los cinco años de estudios trabajó en una consultora política donde conoció a funcionarios y candidatos del más alto nivel y, a los veinticinco, fue nombrado Jefe de Despacho en la Legislatura por una diputada que había sido su jefa en la agencia de consultoría.

"Me tuve que dejar la barba porque tenía un aspecto de baby importante, y las apariencias lamentablemente tienen su efecto a la hora de ganarse un lugar y hacerse respetar" dice esbozando una sonrisa y gesticulando efusivamente. De ocho personas que tenía a cargo, seis lo superaban en edad, y un par en estudios de posgrado. Ahí tuvo que poner a prueba los dotes de líder que había adquirido en la política universitaria, a la que denomina "la sala de prácticas" en la que experimentó antes de dar el siguiente paso.

De Jefe de Despacho pasó rápidamente a Director General, en el área de Reforma Política. Participó en la creación de leyes de relevancia institucional pero, por sobre todo, aprendió que "la política es un lugar donde debe primar la tolerancia y la búsqueda de consensos entre los disensos: ese concepto de rosca que reivindicó un ex presidente de la Cámara de Diputados es muy cierto, la política es dialogar, escuchar, ponerse en el lugar del otro, buscar puntos en común y respetar la palabra empeñada y los acuerdos alcanzados" reflexiona.

Durante esa etapa, construyó vinculaciones que trascienden las extracciones ideológicas y recalan en los más variados ámbitos, construyendo una base de contactos con personas influyentes del mundo empresarial, gubernamental, judicial y del tercer sector con las que conserva y cultiva un trato fluido que, como un círculo virtuoso, amplía sus conexiones y abre nuevas puertas.

Si bien empezó a estudiar Abogacía "para entender al Estado de Derecho con una mentalidad jurídica", decidió ejercer la profesión en paralelo a su actividad pública y confiesa que siempre tuvo un interés aún no concretado por la función judicial. Fundó su estudio, que pronto se transformó en una consultora en asuntos jurídicos y políticos. El nombre no fue para nada original: Guillermo Chas y Asociados.

"No es una cuestión de vanidad" aclara y fundamenta "yo considero que, cuando uno se convierte en su propia marca, tiene que esforzarse continuamente para cuidar y aumentar su reputación. Mi trabajo y mi nombre son una misma cosa, entonces cuidar a uno me obliga a cuidar el otro, sabiendo que una distracción puede ser desastrosa."

Sus afirmaciones van de la mano con su accionar. A fuerza de apariciones constructivas y didácticas en los medios tocando temas de interés, como también con participación profesional en casos legales y cuestiones de asuntos públicos de relevancia ("privilegiando calidad sobre cantidad", aclara), su carrera creció y sigue creciendo.

Lo público, por su parte, también sigue ocupando un rol central en su día a día. "Es mi pasión y, como dice Francella en El Secreto de sus Ojos, uno puede cambiar de todo menos de pasión" sostiene.

"Me formé e hice experiencia pensando siempre en ocupar espacios desde donde se pueda hacer un aporte a la sociedad y a la vida de la gente. Ser funcionario público, en cualquier poder o nivel del Estado, es una responsabilidad que debe tomarse en serio, y yo así lo siento." dice Guillermo Chas que, actualmente, es Jefe de Gabinete en la Municipalidad de Itá Ibaté.

Antes había ocupado un cargo apenas menor en otra localidad del norte correntino, Caá Catí: allí fue Secretario de Coordinación pero, al ser víctima de una acusación que luego no tuvo sustento ante la Justicia, decidió dar un paso al costado. "La presunción de inocencia a veces desaparece ante declaraciones falaces y malintencionadas que se vociferan en público para dañar y, si bien uno puede obtener un resarcimiento por el daño que ocasiona una calumnia o una injuria, en el momento del problema hay que ser prudente y privilegiar el interés institucional por sobre el personal" sostiene y cita lo dicho por Eduardo VIII al abdicar a la Corona Británica "a veces hay que renunciar a los honores e irse por un tiempo para que todo pueda verse con más claridad."

"Siempre hay que saber que en toda partida se deben sacrificar algunas piezas y conservar la calma porque, al final del juego, el tiempo pone las cosas en su lugar. Eso nunca falla." agrega haciendo énfasis en la última frase.

Según Guillermo, "las crisis traen oportunidades que deben ser aprovechadas y, después que corre el agua debajo del puente, la verdad siempre triunfa. En todos los órdenes de la vida." Ese, sostiene, es su mantra.

Por enésima vez desde que comenzó nuestra charla, su celular vibra y él lo mira de reojo. Esta vez se excusa y atiende la llamada. Resuelve rápido el diálogo con su interlocutor pero avisa que lo están esperando para una reunión que no tenía prevista.

Viendo que el tiempo se acaba, le hago una última pregunta a Guillermo. Quiero saber cómo hace un joven de su edad para desarrollar una carrera tan ascendente y multifacética.

Su respuesta sorprende con una humildad que no termina de encuadrar con su imagen imponente pero que suena totalmente auténtica y genuina: "no creo que lo mío sea nada extraordinario, quizás el plus es que puedo hacer lo que me gusta en mi vida profesional y eso simplifica el día a día, pero hay muchísimos jóvenes con carreras ascendentes dando vueltas, solo es cuestión de salir a buscarlos y darles espacios para que puedan contar su historia."

Guillermo pudo contar parte de la suya, y dejó en claro que el brillo que genera no lo encandila. Mientras se levanta y se acomoda el saco, se despide y se aleja. Enfila como para perderse entre la gente pero, antes de desaparecer, se voltea y me dice "Gustavo, gracias por la entrevista, pero, por favor, dale espacio a más jóvenes. Demostremos que es falso cuando muchos dicen que la juventud está perdida."


Sitio web oficial de Guillermo Chas y Asociados

También podés consultar el sitio web personal de Guillermo Chas en www.guillermochas.com.ar.

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