Medios de comunicación social y construcción de identidad

Según Erik Erikson (creador de la Teoría Psicosocial), la identidad se construye a lo largo de la vida.

Jaime Noé Villalta Umaña
Jaime Noé Villalta Umaña
18 de April · 1337 palabras.
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🕘 Resumen

En el proceso de desarrollo, los seres humanos adquieren habilidades y actitudes que les permiten afrontar las siguientes etapas. La familia y la escuela son instituciones clave para el éxito de los niños y adolescentes, pero no son las únicas responsables.

Es necesario considerar también el papel de los medios de comunicación en la construcción de la identidad.

Aunque los investigadores no se ponen de acuerdo sobre su incidencia, en realidad los medios ejercen una influencia negativa en la juventud a través de programas que desconectan de la realidad o enfatizan situaciones negativas de la sociedad, utilizando la psicología de masas para fijar patrones de conducta en la construcción de la identidad.

Además, difunden información falsa. La realidad no necesita ser desenmascarada, es como es. Antes los abuelos eran la fuente de entretenimiento de los niños con sus historias, pero ahora los jóvenes se alimentan de los medios, lo que hace necesario un consumo consciente y crítico.

Ahora bien, en cada etapa el ser humano adquiere ciertas habilidades, capacidades, actitudes y aptitudes, que definitivamente permitirán superar con mayor facilidad las subsiguientes etapas de su desarrollo.

La familia y la escuela como instituciones de nuestra sociedad, juegan un papel determinante en el éxito de los niños y adolescentes. Ahora bien, lo dicho de esas instituciones, no implica responsabilidad absoluta, existen otras variables que es necesario considerar; de ahí, que analizaremos el papel que juegan los medios de comunicación social en la construcción de identidad.  

Hablar de los medios de comunicación social (no referiré las distintas funciones, pues no es el objetivo), por no enunciarlo de manera peyorativa, es un tema controversial, por cuanto los investigadores no se ponen de acuerdo con respecto a su incidencia en la formación de identidad en adolescentes.

Bueno, en realidad es que los medios ejercen una influencia negativa en la juventud. Programas televisivos que se desconectan de la realidad o enfatizan hasta la saciedad situaciones negativas de la sociedad; es más la psicología de masas, utilizando astucia recrea situaciones en los programas o películas que son parte del cotidiano vivir de los adolescentes, para que estos tomen y fijen patrones de conducta en la construcción de su identidad; difusión de información falsa, en fin.

Hace algunos años se utilizaba un slogan publicitario que utilizaba el siguiente mensaje: “nuestro papel es desenmascarar la realidad”. Lo critique severamente en su momento, hoy lo traigo a colación, porque se hace necesario aclarar que la realidad es como es; y por tanto, no tiene máscara, el que tiene vendados los ojos es el sujeto cognoscente. La realidad se muestra desnuda ante nuestros ojos, se deja ver, acariciar y todo lo poético que se pueda imaginar, pues no necesita esconderse.

Por otra parte, vale recordar como antes los abuelos eran la fuente de entretenimiento de los niños, pues con sus fantásticas historias hacían soñar despiertos a sus oyentes e incluso les adormecían.

Decía hace un momento que la realidad es como es; ah, pero su modo de ser es el cambio. Por tanto, no podemos añorar el pasado o ser trogloditas que rechacemos los adelantos tecnológicos. Sin embargo, tampoco podemos cerrar los ojos a la influencia negativa de los medios de comunicación. Lo importante, en todo esto es el equilibrio y la participación de los padres de familia en el análisis de los programas televisivos. He observado cuidadosamente a los medios nacionales, que definitivamente dejan mucho que desear por su falta de creatividad, competencia desleal; plagian sus programas, todo con el fin de obtener audiencia; presentadores y animadores de televisión que ejercen influencia hasta negativa. 

Por otra parte, para ratificar la influencia negativa, cito el caso de una película protagonizada por un conocido actor (Arnold Schwarzenegger) y en su momento, gobernador del Estado de California en Estados Unidos de Norteamérica; en la referida película se filmaron escenas que luego se vieron en la vida real en el referido país; cuando el 11 de septiembre de 2001 el gran centro comercial denominado “Torres Gemelas” fue destruido.

En atención al tema que se viene desarrollando, llamó mi atención un artículo titulado: “Violencia, juventud y medios de comunicación”, en razón de ello transcribo de manera literal los siguientes comentarios:

“Hoy en día hay gente que aún se acuerda de que en su niñez la tele no ocupaba el centro de su vida, simplemente porque en su casa no había tele. Y sorprendentemente estas personas no recuerdan una infancia triste y aburrida. No tuvieron la ocasión de sentarse en el sofá tarde tras tarde delante de la tele; se vieron simplemente obligados a jugar canicas, a las muñecas, pelota, yoyo, capirucho, trompo; bueno y otros inventos propios de la época. Y es que los niños actuales disfrutan mucho más viendo por la tele como patinan o corren sus personajes favoritos que patinando o corriendo ellos.

Pero últimamente se van escuchando voces que afirman que la tele sí salpica. No de un modo físico, porque ni la sangre ni las balas atraviesan el televisor y ensucian el cuarto, pero sí salpican psíquica y moralmente a quien se pone mucho rato delante. Prueba de ello son las numerosas investigaciones realizadas en los últimos años que correlacionan, en que en los hogares donde se abusa de la televisión, se suele respirar un ambiente de violencia, desorden, egoísmo, insolencia, malos modales, falta de creatividad y de valores que, lógicamente fomentan la intolerancia, la violencia, el nerviosismo.”

Aún los defensores de la tesis de que los medios de comunicación contribuyen positivamente en la formación de identidad, reconocen que estos provocan inestabilidad. A continuación cito parte de una investigación realizada por Julián Pindado, quien es Doctor en Comunicación Audiovisual y profesor de la Universidad de Málaga. Investigador sobre las relaciones de jóvenes y adolescentes con los medios de comunicación y autor de diversos artículos y colaboraciones, actualmente trabaja en un proyecto auspiciado por el Instituto de la Juventud de Andalucía sobre jóvenes, comunicación y salud.

“Los medios de comunicación constituyen una rica fuente de recursos simbólicos con los que los adolescentes interactúan en la elaboración de la propia identidad. Éstos se sirven de un conjunto de textos mediáticos que atraen por igual a chicos y chicas y que utilizan a modo de caja de herramientas para negociar la identidad juvenil. Con todo, esa multiplicidad de recursos y fuentes que conforman su experiencia mediada hace sospechosa la idea de un yo estable y de una identidad única".

Dicho lo anterior, enfatizo lo siguiente, no debe concluirse de manera errónea que todo es negativo; la verdad, los medios electrónicos y escritos son excelentes recursos didácticos. Como corolario de lo anterior, los blogs que desarrollan temas de estudio, como el que hemos brevemente analizado. El uso indebido de ellos puede perjudicar, en lo personal he aprendido mucho de ellos, por ejemplo de la película “El Coleccionista de Huesos”, las técnicas de recolección de pruebas en la escena del delito (Criminalística).

Finalmente, los padres de familia y docentes deben orientar adecuadamente a la niñez y juventud, para que no se conviertan en víctimas de la publicidad e información nociva y engañosa.
Por Lic. Jaime Noé Villalta Umaña
Prof. y Abg.

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