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🕘 Resumen
En este artículo se aborda cómo elegir el banco adecuado para un negocio. Se recomienda tener al menos dos bancos para poder comparar y no depender de uno solo en caso de necesidad.
Además, se debe considerar el conocimiento que tienen los bancos sobre el negocio, ya que ir a pedir un préstamo a un banco conocido puede ser más fácil que hacerlo en uno desconocido.
En términos económicos, se deben tener en cuenta las comisiones de administración o mantenimiento, movimientos, acceso web, transferencias, emisión de recibos domiciliados y nóminas, descubiertos, gestión de cobro, devoluciones, emisión y mantenimiento de tarjetas, avales y TPV, y la existencia de cuentas remuneradas.
Es importante recordar que la visión que se tenga del banco depende en gran medida del gestor y el director que se asigne, y estos pueden cambiar con el tiempo.
En conclusión, la elección del banco adecuado para un negocio debe ser evaluada cuidadosamente y debe tenerse en cuenta tanto aspectos económicos como personales.
Este tema ha sido mil veces comentado y todavía no le he encontrado una solución.
Como no tengo muchos amigos en los bancos voy a tratar de exponeros unas cuantas cosas a tener en cuenta a la hora de saber qué es lo que más te conviene para elegir el banco para tu negocio.
En primer lugar, decir que siempre recomiendo tener como mínimo dos bancos. Hay gente que no lo ve necesario porque considera que con uno tiene suficiente pero, en mi opinión, es mejor tener como mínimo dos para poder comparar y para no depender de uno solo cuando necesites pedirles algo. Además, el conocimiento de los bancos sobre tu negocio es importante, por lo que no es igual ir a pedir un préstamo a un banco con el que tienes cuenta desde hace dos años que a otro que no te conoce de nada.
Si nos atenemos a lo económico, estas serían algunas variables a enumerar:
• Comisiones de Administración o mantenimiento.
• Comisiones por movimientos.
• Comisiones por acceso web (servicios telemáticos).
• Comisiones por transferencia manual u online.
• Comisiones por emisión de recibos domiciliados (cuaderno 19).
• Comisiones por emisión de nóminas (cuaderno 34).
• Comisión por descubierto.
• Comisión de ingreso de cheques o gestión de cobro.
• Comisión por devolución. Aquí, si vuestra operativa habitual incluye el ingreso de cheques, recomiendo pactar un fijo sobre todo para los documentos de importe elevado que si la comisión va por porcentaje implican mucho dinero.
• Comisión por emisión y mantenimiento de tarjetas.
• Avales.
• TPV.
• Existencia de cuentas remuneradas.
• Respecto al acceso a financiación depende de cada momento en que se plantee, de la existencia de fondos ICO, y de otras pocas variables. Ahí soy claro, cada operación debe tomarse como independiente.
Además debéis tener en cuenta que:
1. La visión que tengamos de un banco depende, en gran medida, del gestor y el director que nos asignen. Antes podías estar toda la vida con los mismos y conocían tú negocio casi mejor que tú, pero hoy en día lo normal es que vayan cambiando de sucursal cada cierto tiempo y las atribuciones que tienen son inferiores, quedando a merced de departamentos de riesgos centralizados.
2. Prácticamente todo es negociable. Los contratos suelen ser generales pero cada cierto tiempo conviene darle una vueltecilla a ciertas condiciones según vuestras necesidades. A más volumen de negocio con un banco más podréis negociar. Ahí también entra en juego el tener un segundo o tercer banco para poder comparar precios y apretar a unos con los otros.
3. Antes de decidiros por un banco recomiendo que veáis su web y los servicios online que pueden ofrecer, sus mecanismos de seguridad y el coste de los mismos. Si sólo quieres consultar tú cuenta te da igual uno que otro pero si quieres domiciliar recibos, emitir transferencias o cualquier otra cosa sería conveniente echar un vistazo primero.
4. Cuando calculéis todos estos costes no penséis “bueno, por 6 euros…”, haced siempre un cómputo anual y veréis que las diferencias entre un banco y otro en materia de comisiones puede suponer un ahorro importante.
5. No existe un banco mejor en términos generales, por eso hay que buscar el que más se adapte a tus necesidades en función a tu operativa específica. No es lo mismo buscar un banco que te de seguridad y remuneración de pasivo, que otro si lo que quieres es financiación, que otro si lo que necesitas es una TPV barata o emitir recibos domiciliados.
6. Si perteneces a algún tipo de asociación pregunta si tienen condiciones pactadas con algún banco en especial, muchas veces se obtienen buenas condiciones.
7. Sobre todo en operaciones de financiación es conveniente salir al mercado. Todos los bancos te van a pedir información, por lo que prepara un pequeño dossier y los entregas a un par de bancos más.
8. Los bancos, como casi todos, se mueven por objetivos. El banco que hoy te dice no el año que viene puede decirte sí. Depende de la liquidez que tenga en ese momento, de políticas de precios, etc. Por lo que debes aprovechar cada momento en el banco que más te interese y olvídate de rencillas de este no me gusta o ahora no quiero porque antes me dijiste no.
Aunque no haya hablado de ningún banco concreto espero que os haya servido de algo. En “Disyem Asesoría para empresas y autónomos” estaremos encantados de ayudaros.
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