El Humor Al Hablar en Público
El humor al hablar en público es algo muy serio que, bien manejado, puede conectarlo con su audiencia y ayudar a hacer exitosa su presentación. Pero si no se usa decuadamente, lo llevará al fracaso y al ridículo.
5 de May · 518 palabras.
🕘 Resumen
El uso del humor es una técnica efectiva para crear interés y conectar con la audiencia durante una presentación pública.
Para incorporar el humor en un discurso existen diferentes opciones: contar una historia divertida o citar alguna broma que provoque risas en el público; sin embargo, es esencial asegurarse de que el humor esté relacionado con el tema de la charla y que sea realmente gracioso.
Debe probar la idea con otras personas para verificar si es divertido antes de incluirla en su presentación. El sentido del humor es subjetivo, por lo cual, no todo el mundo se reirá de la misma broma o chiste.
Por esta razón, es importante que la elección del humor sea adecuada para la ocasión y no se intente forzar la risa en la audiencia.
En la introducción y conclusión de la charla, se debe estar seguro de que lo que se dice es apropiado y en otro momento de la presentación, el humor puede ser utilizado para ayudar a respaldar un punto específico.
En definitiva, el humor es una herramienta de comunicación efectiva siempre y cuando se utilice de manera cautelosa y adecuada.
Previamente, pruebe la idea con otras personas a ver si se ríen. El humor es a menudo una buena manera de romper el hielo cuando hace la introducción en su charla. Podría ser una anécdota personal, o una simple broma (de buen gusto). De lo contrario usted podría encontrar una cita humorística que puede utilizar al final de su discurso, lo cual dejará al público con una sonrisa en la cara y una sensación cálida y positiva acerca de usted.
Tanto en la introducción como en la conclusión, tendrá que estar seguro de que lo que dice es apropiado para la ocasión. Y si usted utiliza el humor en otro segmento de su discurso, asegúrese que lo hace para ayudar a afianzar un punto, no sólo para hacer reír a la gente. El sentido del humor es una cosa muy personal. No necesariamente todo el mundo se reirá de cada broma o de una línea divertida. Pero si lo que ha dicho tiene algún sentido, no importa realmente. Por esta misma razón, tampoco es una buena idea tratar de hacer reir a su público, diciendo que está a punto de contar una historia divertida o una broma.
Si decide decir algo chistoso, haga una pausa antes del remate y luego otra pausa (y sonríe) para darles la oportunidad de reír. Pero si no hay risas, pase al resto de su discurso sin detenerse en el hecho de que el público no respondió. Antes de decidirse a tratar con base en situaciones humorísticos o historias divertidas, necesita encontrar algo que sea relevante. Bien elegidas, citas cortas suelen ser eficaces. No obstante, historias cortas o rápidas anécdotas, siempre pueden funcionar bastante bien.
Si está utilizando una pantalla visual, los dibujos animados también pueden ser eficaces. Historias interminables, asi sean divertidas, en general, deséchelas. Asi mismo, aléjese del humor negro. Si piensa hablar en público, mantenga una vigilancia constante de las situaciones de humor y cuentos que posiblemente pueda usar en una fecha posterior. Lo podrá encontrar, también, en libros, revistas, en Internet y en la vida cotidiana.
Recuerde que los discursos son siempre más fáciles de hacer si son relevantes para usted - el orador. Si puede utilizar una historia acerca de algo gracioso que le ha pasado, o algo gracioso que alguien ha dicho o le ha sucedido, entonces hágalo. Mucho mejor, si usted logra recordar algo de su cotidianidad, pués, sonará más personal cuando salga a la luz.
Si desea encontrar la clave para convertirse en un excelente orador, haga clic aquí: Cómo hablar en público