El Consumismo y los Coches Ocasión Están Bien

Autoregalo de reyes: un buen coche de ocasión. ¿Qué mejor que invertir en esos coches ocasión tan baratos?

Mario Uno
Mario Uno
11 de November · 330 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo habla sobre la llegada de la temporada navideña y cómo muchos disfrutan comprando regalos para sus seres queridos, incluso sabiendo que esto se trata de un consumismo extremo. La autora menciona que incluso intentar imponer la no-celebración como solución es una tontería. La autora comparte que ella está pensando en autorregalarse un coche de ocasión, ya que muchas personas no compran los productos más nuevos, sino aquellos que ofrecen precios más asequibles. A pesar de que no necesita un coche, la autora quiere experimentar la felicidad de conducir uno. La autora concluye que en épocas navideñas, nada es mejor que invertir en coches baratos de ocasión para lograr su propia felicidad y la de los que le importan. En resumen, el artículo critica el consumismo navideño pero a la vez defiende el derecho de la gente a gastar su dinero como deseen, en busca de su propia felicidad.
Las Navidades son una etapa de consumismo extremo; soy tan plenamente consciente de ello como del hecho de que a mí comprar regalos me divierte muchísimo y no experimento ningún sentimiento de moralidad intachable que me impida hacerlo. Regalos para mí, regalos para mis padres, regalos para mi novio, regalos para mis seres queridos en general... en fin, es muy divertido. Y al fin y al cabo, ¿qué fiesta no podría considerarse consumista en los tiempos en los que vivimos? De todo se hace negocio, así que intentar imponer la no-celebración como posible solución me parece una tontería.

Y como me parece una tontería, yo ya estoy pensando en qué cosa autorregalarme para el día de reyes. La verdad es que estaba dudando entre varias: un móvil nuevo, una colección completa de alguna serie de televisión, un cargamento de ropa... pero no; me parece que lo que más feliz podría hacerme este año es conseguir uno de esos coches ocasión que tan de moda se han puesto; porque la gente por más que aparente lo contrario, ya no compra lo que acaba de salir al mercado, sino aquello que presente los precios más asequibles. Los coches ocasión son un claro ejemplo.

Voy a decir lo que voy a decir tan claramente como he dado mi opinión sobre el consumismo navideño: comprarme un coche es un capricho. No lo necesito, puesto que tengo suerte y el trabajo me queda a quince minutos de casa andando; además, vivo en una zona urbana céntrica y rara vez me resulta complicado quedar con amigos o salir por ahí, dado que me queda todo cerca y el transporte público es barato y cómodo. Pero qué narices, quiero conducir; quiero saber qué se experimenta invirtiendo dinero en coches ocasión.

Ante todo, hay que buscar la felicidad propia y la de aquellos que nos importan, ¿no es verdad?

En épocas navideñas, ¿qué mejor que invertir en coches de ocasión baratos? 

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