Pensamientos de un Psicologo, Ante su Primer Paciente
El saludo además tiene que ver con la admisión ("cómo lo recibo") y el final de la entrevista ("cómo lo despido"), mostrándose sobre todo el temor a "no poder terminar" (nueva referencia al coito) la entrevista. Un saludo final que podría contener tanta dificultad ante la despedida.
23 de September · 509 palabras.
🕘 Resumen
El artículo discute la preocupación por la corta edad de los estudiantes de psicoterapia que ocuparán el rol de psicoterapeutas. Existe una dificultad para separar el asunto de la edad del rol técnico.
Los jóvenes terapeutas pueden sentir ansiedades para ejercer su papel, lo cual se agrava cuando deben entrevistar a los propios padres de los pacientes. En esta situación pueden sentirse sin la capacidad para desempeñarse adecuadamente en un rol de responsabilidad.
Además, los estudiantes aún dependen económicamente de sus padres y pueden sentir vergüenza al reconocer su dependencia afectiva.
La preocupación por la edad cobra relevancia en temas como la formalidad del saludo, el tipo de relación que se establece con el paciente y la capacidad de mantener una distancia emocional.
En resumen, aunque la juventud de los estudiantes puede generar preocupaciones, su capacidad técnica, de compromiso y aprendizaje deben ser valorados para el ejercicio profesional de la psicoterapia.
Porque lo que está presente allí es la idea de entrevistar a los propios padres, es esa inversión de lugares que implica tener que asumir responsabilidades ante las cuales no se sienten en condiciones de poder hacerlo todavía. Convertirse en padres de sus propios padres puede ser una fantasía universal, pero ¡qué complicado se torna cuando se realiza el deseo! Y más aún para estudiantes que son dependientes de sus padres, sostenidos y mantenidos por sus padres y con cierta vergüenza en muchos casos de tener que reconocer su dependencia económica, para no reconocer aquella afectiva.
Y vuelve a aparecer vinculado allí el tema del daño, ya que sus sentimientos más agresivos y reprimidos hacia sus padres podrían hacerse presente en la situación de la entrevista, oficiando el "paciente" el lugar de una descarga vengativa, ansiada y temida a la vez.
La inquietud por la "corta" edad se dibuja en algunos ejes. El que primero irrumpe plantea la cuestión del saludo ya que se siente con acierto que la forma del saludo podría determinar el tipo de relación en la entrevista. Formalizar la relación parte por formalizar el saludo.
El problema ahora cobra dimensiones cuando aparece la pregunta "Y ¿si es un joven como uno?" Dicho de otro modo, ¿cómo sostener una distancia, una relación formal, cuando el otro se aparece como uno mismo, cuando tiene los mismos problemas que uno, los mismos sufrimientos? ¿Cómo hacer para no fundirme en el otro, con- fundirme?
El saludo además tiene que ver con la admisión ("cómo lo recibo") y el final de la entrevista ("cómo lo despido"), mostrándose sobre todo el temor a "no poder terminar" (nueva referencia al coito) la entrevista. Un saludo final que podría contener tanto la dificultad ante la despedida como la despedida agresiva y abrupta, cortante.
El segundo eje que se hace visible tiene que ver con el estatuto del cuerpo y su apariencia: la vestimenta. "¿Cómo hacerse más viejo?" es la interrogante que despliega una preocupación por la apariencia. Qué ponerse, qué tipo de vestido o saco utilizar, cómo pintarse, son fórmulas donde las mujeres dejan ver más claramente sus ansiedades.
Comienza a cobrar sentido que el ejercicio de la psicología clínica configura en la fantasía para los estudiantes la ruptura con su vida "feliz" y el ingreso - a la fuerza - a un mundo adulto desconocido. El miedo parece cabalgar sin control posándose cada tanto en los puntos de contacto con una realidad difícilmente reconocible.
http://www.red-psi.org/psicologos/barcelona2.php