El Fotografo de Aves en Vuelo
Dedicado a la fotografía de eventos más o menos familiares, llegó mi jubilación y con ella el renovado interés por las fotos, esta vez más a fondo. Me comentaron un verano de la fotografía digital y aunque muy receloso, me compré una compacta Nikon Coolpix 5400.
25 de August · 570 palabras.
🕘 Resumen
En este artículo se habla sobre la dificultad que representa la fotografía de aves en vuelo y se menciona la importancia de disponer del equipo apropiado, formarse y tener paciencia para lograr buenas fotos en esta modalidad.
También se destaca la importancia de saber correr la mano para hacer un barrido y la suerte del fotógrafo en conseguir una imagen única e irrepetible. Se hace hincapié en que la fotografía de aves en vuelo requiere un equipo específico y puede resultar costosa.
Asimismo, se puntualiza que la habilidad de correr la mano se adquiere con la práctica y es fundamental para lograr buenos resultados.
Finalmente, se hace referencia a la suerte del fotógrafo en conseguir una imagen inesperada y única, aunque también se menciona la posibilidad de que las fotos no salgan como se esperaba debido a la precipitación o el atolondramiento.
En resumen, la fotografía de aves en vuelo es un desafío que requiere paciencia, formación y equipamiento adecuado, pero puede generar imágenes sorprendentes y únicas gracias a la suerte del fotógrafo.
Hay otras circunstancias que también cuentan en esta modalidad de la fotografía, como por ejemplo el saber ‘correr la mano’, lo que, aunque con ciertos matices diferenciales, me parece que también llaman ‘hacer un barrido’. Pero de esto creo que será mejor hablar otro día porque pienso que es una habilidad que solo se adquiere con la costumbre y que resulta fundamental para salir airoso (y con un montón de buenas fotos en ‘la memoria’) de muchas situaciones.
Hay otro factor que me temo que muchos mantienen muy en silencio, pero que como no tengo pelos en la lengua, no quiero pasar por alto. Se trata de la ‘suerte del fotógrafo’. Espero que ningún aficionado sea capaz de negar la suerte que ha tenido en más de una ocasión, al encontrarse, de vuelta a casa y frente a su ordenador, con una ‘foto de bandera’ que no se esperaba…, aunque luego, la otra cara de la moneda sean las fotos que también pensaba que iban a ser buenas y que, a veces, resultan ser un auténtico ‘desastre’. O que decir de la oportunidad que se te presenta de improviso (porqué has tenido la ocurrencia o la suerte de estar allí, en ese momento) en forma de conseguir una imagen muy especial y tener la suerte de que llevabas la cámara perfectamente preparada para retratar un momento único e irrepetible…, aunque tampoco suele faltar el amigo ‘Murphy’ - siempre al acecho - para reírse de ti al ver que según llevabas dispuesta la cámara, las fotos que has hecho de aquel evento no valen para nada por tu precipitación y atolondramiento al disparar, sin comprobar antes que la ‘herramienta’ estaba configurada adecuadamente.
Dedicado a la fotografía de eventos más o menos familiares, llegó mi jubilación y con ella el renovado interés por las fotos, esta vez más a fondo. Me comentaron un verano de la fotografía digital y aunque muy receloso, me compré una compacta Nikon Coolpix 5400 que me llevó directamente a ‘necesitar’ una réflex digital y así cayó la EOS20D. De esta última pasé a la cámara y a los objetivos que hoy tengo para fotografiar aves en vuelo y de los que ya comentaré algo más adelante, en el capítulo dedicado a ‘las herramientas’. Añadir por último que me empecé a interesar por la fotografía de naturaleza hace unos seis años ya y por la fotografía de aves en vuelo hace solamente cuatro, con lo que mi experiencia en el tema es aún corta por lo que no me siento autorizado para dar más información que la que he ido recopilando durante estos años, gracias a las experiencias vividas con mi cámara, mis objetivos, mis libros, la luz que ilumina nuestras sierras y sobre todo esas preciosas aves de las que tanto se puede y se debe de aprender.
fotografo