Agoda Participa en la Batalla de Tomates Lanzando Ofertas de Hoteles en Valencia

SINGAPUR (17 de julio de 2013) – Agoda, empresa líder en reservas de hoteles en Asia y parte del grupo Priceline que cotiza en el Nasdaq (Nasdaq: PCLN), ha preparado grandes ofertas en los hoteles para la fiesta más pringosa de España. La Tomatina es salvaje y abierta para todos.

Amparo Puchades
17 de July · 396 palabras.

🕘 Resumen

La famosa fiesta de La Tomatina, que tiene lugar en la ciudad de Buñol, cerca de Valencia, cuenta con varias versiones sobre su origen. La más popular sugiere que todo comenzó en la década de los 40, cuando jóvenes del pueblo empezaron a lanzarse tomates durante una pelea. Con el tiempo, esta celebración se formalizó como fiesta anual en 1957 y, desde entonces, ha ido creciendo en popularidad, convirtiéndose en un gran evento que atrae a cerca de 40.000 personas a pesar de que el pueblo solo cuenta con 10.000 habitantes. Durante la fiesta, los participantes se divierten chapoteando en tomates aplastados y, para comenzar la batalla, es necesario que un participante capture un jamón colocado en lo alto de un poste engrasado. Se han establecido algunas reglas para prevenir heridas, tales como lanzar solamente tomates, llevar gafas protectoras y no romper la ropa de nadie. La fiesta es una oportunidad única para experimentar la cultura española y participar en una batalla totalmente diferente a cualquier otra. Para alojarse, se recomienda Valencia, que está a solo 30 minutos en coche de Buñol.

Hay varias versiones del origen de esta fiesta que tiene lugar en la ciudad de Buñol, a unos 35 km al oeste de Valencia. La más conocida cuenta que empezó a mitad de los años 40 del siglo pasado cuando unos jóvenes del pueblo empezaron a pelearse y se lanzaron lo primero que encontraron a mano: unos tomates. Por alguna razón esto se convirtió en un acontecimiento en los años siguientes, la celebración fue creciendo hasta que se formalizó como fiesta anual en 1957.

La fiesta es la locura que se ve en las fotos: miles de personas divirtiéndose cubiertos de rojo chapotean en los tomates aplastados que les cubren casi hasta las rodillas. Pero no es llegar y empezar a tirar tomates a diestro y siniestro. En la actualidad el lanzamiento no empieza hasta que no se captura un jamón colocado en lo alto de un poste engrasado. Si, has leído bien. Mientras la gente canta y baila son regados con mangueras de agua, un participante se retuerce subiendo el poste donde está el jamón y cuando lo alcanza lo deja caer sobre la multitud, en ese momento un cohete explota y varios camiones empiezan a inundar las calles con cuarenta toneladas de tomates. A partir de aquí empieza la batalla.

Como es de esperar, lanzar tomates a una multitud de gente puede ocasionar heridas. Por ese motivo se han puesto algunas reglas que deben ser respetadas. Primero, lanzar tomates y sólo tomates, tantos y tan rápido como puedas, pero a la cara no es divertido. Segundo, llevar gafas protectoras de los ojos para prevenir accidentes. Tercero, no romper la ropa de nadie, que alguna vez ha pasado. Y por último, cuando un segundo cohete explota, el combate termina.

Es posible que los primeros lanzadores de tomates nunca imaginaran que su pequeña pelea llegaría a ser un combate multitudinario todos los años. La fiesta ha ido creciendo con los años y el fenómeno acerca al pequeño pueblo de Buñol a cerca de 40.000 personas. El pueblo tiene sólo cerca de 10.000 habitantes, por esto lo mejor es alojarse en Valencia que está sólo a 30 minutos por carretera.
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