La Igualdad Social Providencial para Tocqueville
De corazón aristocrático asume, con ciertas incomprensiones de su entorno familiar e intelectual, que las sociedades modernas desplazan ineludiblemente a las aristocráticas.
16 de March · 1607 palabras.
🕘 Resumen
Alexis de Tocqueville, a pesar de las diferencias con su entorno aristocrático, desarrolló un análisis sobre las sociedades modernas y su compromiso con la realidad social y política de Francia.
Su abuelo, Malesherbes, y su padre, el conde Hervé, influenciaron su pensamiento crítico y su necesidad de estudios comparativos. Con su compañero de viaje a Estados Unidos, Beaumont, realizó su principal trabajo inductivo.
De sus investigaciones concluyó que las sociedades modernas se definen por una igualdad social "providencial," lo que origina unos específicos moeurs que definen a un "nuevo tipo de ser humano" que sustituye al que prevalecía en las sociedades aristocráticas.
Se centra en los moeurs, en vez de las manieres, para definir la "naturaleza" del ser humano. Tocqueville sostiene la civilización es un proceso irreversible y la "naturaleza" del ser humano se moldea con las sucesivas sociedades históricas.
En una carta dirigida a Charles Stoffels, elabora la siguiente distinción: Peuple demi-civilisé, es decir, parcialmente civilizado, y Peuple complètement éclairé, completamente civilizado (iluminado).
En el estado social demi-civilisé predomina la force individualle, mientras que en el estado social complètement éclairé, la force publique es más organizada para proteger al individuo.
A pesar de las divergencias de su entorno aristocrático con su análisis de las sociedades modernas, su compromiso con la realidad social y política de Francia proviene de la influencia decisiva de su abuelo Malesherbes. De igual forma su padre, el conde Hervé, le imprime la necesidad de estudios comparativos y le cuestiona su excesivo entusiasmo por Estados Unidos. Con Beaumont, su compañero de viaje a Estados Unidos para estudiar el sistema penitenciario, es con quien realiza su principal trabajo inductivo. Es cierto que las relaciones con su medio personal e intelectual le conducen a una exhaustiva investigación inductiva y, en cierto sentido, a matizar su entusiasmo por Estados Unidos, pero en ningún momento piensa en abandonar su descubrimiento decisivo: que las sociedades modernas se definen por una igualdad social “providencial”.
Esta igualdad social “providencial” de las sociedades modernas origina unos específicos moeurs que definen a un “nuevo tipo de ser humano” que sustituye al que prevalecía en las sociedades aristocráticas. No se interesa por las manières de las sociedades modernas, sino los moeurs que definen la “naturaleza” de sus individuos.
La civilización es un proceso irreversible y, por lo tanto, la “naturaleza” del ser humano se ha ido moldeando con los moeurs que provienen de las sucesivas sociedades históricas.
“La civilización es el resultado de un gran trabajo social que se opera en un mismo lugar y que las diferentes generaciones se legan unas a otras al sucederse.” (Démocratie 1835)
En una carta dirigida a Charles Stoffels, elabora la siguiente distinción.
· Peuple demi-civilisé, es decir, parcialmente civilizado.
· Peuple complètament éclairé, es decir, completamente civilizado (iluminado).
En el proceso de la civilización se produce una lucha básica entre lo que denomina force individualle y force publique. En el estado social demi-civilisé predomina la force individualle porque la force publique se encuentra mal organizada para proteger al individuo. En cambio, en el seno de un pueblo complètament éclairé el cuerpo social provee a sus miembros en todos los sentidos.
“El individuo padece el dolor del nacimiento, pero a partir de ese momento la sociedad lo acoge en su seno como una nodriza, supervisa su educación, le abre caminos hacia la fortuna y, finalmente, actúa como una segunda providencia, un poder guardián que le protege durante toda su vida e incluso llega a vigilar el reposo de sus cenizas”. (Démocratie 1835)
En las sociedades modernas la igualdad social “providencial” aumenta el poder de la force publique y aletarga la force individualle.
“En nuestros contemporáneos actúan incesantemente dos pasiones opuestas; sienten la necesidad de ser conducidos y el deseo de permanecer libres. No pudiendo acabar con ninguna de estas inclinaciones contradictorias, se esfuerzan por satisfacer ambas a la vez” ( “Démocratie 1840”)
Le sorprende que en Estados Unidos, a diferencia de Europa, es una sociedad moderna en donde sus ciudadanos todavía conservan la force individualle. Analiza las características exclusivas de la nación estadounidense para poder explicar cómo sus ciudadanos han podido conservar la force individualle.
· Su posición aislada, encontrándose a gran distancia de cualquier vecino poderoso.
· Sus leyes y su administración.
· Los moeurs de sus primeros pobladores.
En primer lugar se plantea, siguiendo la estela de la obra de Volney, las “causes physiques”. En Europa se aceptaba de forma generalizada la hipótesis de Volney que afirmaba que la civilización no era tan avanzada en las mesetas centrales de Tartaria y México como lo era en el valle de Mississippi. Sopesa las causes physiques, aunque la desecha como la causa principal explicativa de la preponderancia de la force individualle en Estados Unidos. Reconoce que la “particularidad de sus circunstancias” y unas leyes adecuadas para la force individualle han favorecido a la nación estadounidense, pero, en última instancia, son los moeurs de los primeros pobladores, guiados por la voluntad todavía más que las leyes, la causa determinante de la preponderancia de la force individualle en Estados Unidos.
La preponderancia de la force publique explica el proceso de civilización hasta las sociedades modernas, pero no las condiciones exclusivas que las separan de las sociedades aristocráticas. Las condiciones, que devienen de la igualdad social “providencial”, que determinan los moeurs de los individuos de las sociedades modernas, mas patentes en Estados Unidos que en Europa, son.
· Le mouvement social. Los hábitos de los individuos de las sociedades modernas se definen por la constante posibilidad de modificar su situación social.
· La mentalidad industrial.
· La religión independiente del poder político.
Es le mouvement social la condición, en contraposición a las sociedades aristocráticas, que determina particularmente los moeurs de los ciudadanos de las sociedades modernas. La sociedad aristocrática se define por la aceptación —interiorización e identificación— del lugar social que le corresponde a cada individuo por su nacimiento, mientras la moderna se fundamenta en el incesante movimiento social que se produce cuando cualquier ciudadano puede modificar su posición social. En su interpretación subyace una determinada visión de la sociedad del Antiguo Régimen: una sociedad cimentada en un orden estático, interiorizado, aceptado por todos y cada uno de los miembros. En la sociedad moderna le mouvement social presupone un orden dinámico en la cual los individuos, con su esfuerzo individual, pueden decidir su posición social. En el “nuevo mundo” la aristocracia —permanencia y estabilidad— desaparece y las condiciones de las sociedades modernas ¾le mouvement social, la mentalidad industrial y la religión independiente del poder político¾ definen los moeurs de un “nuevo tipo de ser humano”.
Pensaba que en las sociedades aristocráticas se daban las condiciones adecuadas para que los individuos mantuviesen su force individualle, mientras en las sociedades modernas ¾exceptuando Estados Unidos por los moeurs de sus primeros pobladores¾ la force individualle puede extinguirse por la preponderancia de la force publique. No acepta ningún tipo de determinismo porque piensa que las instituciones sociales y políticas pueden propiciar las condiciones adecuadas que permitan la libertad individual en las sociedades modernas. Mientras en Estados Unidos los moeurs libres han creado instituciones políticas libres, en Europa las instituciones políticas libres deben de educar en moeurs libres a sus ciudadanos.
Los moeurs libres en las sociedades modernas se pueden conquistar con unas instituciones sociales y políticas libres y, por lo tanto, la actividad social y política tiene un papel central y protagónico en una sociedad liberal.