La Educación Formal de los Empresarios de éxito

Algunos investigadores discuten de qué tan relevante ha sido la educación formal para los grandes innovadores de la historia. A Ted Turner, creador de CNN, lo corrieron de la Brown University en el último año...

Ing. Ricardo Novela
Ing. Ricardo Novela
5 de February · 596 palabras.
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🕘 Resumen

La educación formal no parece ser un factor determinante del éxito empresarial e innovación, como lo demuestran numerosos casos de innovadores que han tenido poco o nada de educación formal en sus áreas de especialización.

Ejemplos incluyen a Ted Turner, creador de CNN, quien fue expulsado de la universidad en su último año, y Tom Monaghan, creador de Domino's Pizza, quien estuvo en la universidad menos de un semestre.

Además, Marcel Bich, creador de las plumas BIC, estudió leyes en lugar de ingeniería, mientras que Solomon Price, creador de la industria de ventas a granel con "Price Club", también estudió leyes en lugar de administración.

Los innovadores efectivos se concentran en solucionar problemas y romper con los dogmas tradicionales en lugar de demostrar su competencia a través de las proezas de la educación.

Albert Einstein reconoció esta filosofía al observar que es casi un milagro que los métodos modernos de enseñanza no hayan sofocado completamente la curiosidad inquisitiva.

Los innovadores que rompen con el sistema educativo y sus dogmas son los que pueden tener éxito en la innovación y los negocios.

En conclusión, la educación formal parece tener poco impacto en el éxito empresarial e innovación, y puede incluso ser una restricción para aquellos que buscan desafiar el statu quo y crear soluciones innovadoras.

“Puedo contratar matemáticos, pero ellos no pueden contratarme a mí”.
Thomas Alva Edison

Algunos investigadores discuten de qué tan relevante ha sido la educación formal para los grandes innovadores de la historia. A Ted Turner, creador de CNN, lo corrieron de la Brown University en el último año; Tom Monaghan, creador de Domino’s Pizza, estuvo menos de un semestre en la Universidad. Otros, terminaron la Universidad, pero no parece que esto les ayudado mucho para su proyecto innovador. Marcel Bich, fue quien creó la cultura de lo desechable, fue quien creó las plumas BIC, y si piensas que él estudio alguna ingeniería, estás equivocado, ya que estudió Leyes en el Liceo Carnot. Solomon Price, quien creó la industria del club de ventas al mayoreo con “Price Club”, y piensas que estudió administración, estás equivocado, ya que, también, estudió Leyes en la Universidad de California del Sur.

La falta de educación formal tuvo aparentemente poca o ninguna importancia sobre la competencia o el conocimiento en la creación y la innovación. Éstos visionarios estaban convencidos de que “la demasiada educación formal no contribuye al éxito empresarial o la innovación”. Edison decía: “puedo contratar matemáticos, pero ellos no pueden contratarme a mí”.

Es clásico que los innovadores consumados del mundo se sumergen en la solución de los problemas y no en demostrar competencia a un jefe mediante proezas de la educación. Los genios creadores se rehúsan aceptar la conformidad y los dogmas inútiles dictados por el sistema educativo. Los que aceptan los dogmas tradicionales están condenados a vivir dentro de las restricciones de esos dogmas. Los que se rebelan contra el sistema pueden alcanzar un nivel más alto, puesto que no fueron educados en consideración a lo posible o lo imposible. Einstein le dio crédito a esta filosofía al observar que “es poco menos que un milagro el que los métodos modernos de instrucción no hayan estrangulado completamente la santa curiosidad inquisitiva”.

El economista, George Gilder, reconoce más aún esta premisa con su cáustico comentario sobre las escuelas de las clases altas: “Nada ha sido más raro en años recientes que un graduado de una escuela de las clases altas que haya hecho una innovación significativa en una empresa estadounidense”.

El patrón que han seguido los empresarios innovadores de la historia, al parecer no es el haber ido a una escuela de prestigio como Harvard, Yale o alguna otra parte de la Ivy League; sino más bien el patrón se ha encontrado en la actitud: Gene Landrum, ha encontrado que la mayoría de los empresarios exitosos que han existido a partir de 1950, se relacionan por haber tenido una confianza en sí mismos excesiva, por haber sido resueltos en sus decisiones, todos han desafiado la tradición, todos han sido audaces, todos han sido orientado a las metas hasta el fin, todos han sido persistentes, todos han sido apasionados, competitivos, e impacientes.

Por eso si crees que la diferencia de ti con respecto a los demás, radicará en ir a una universidad privada de prestigio, te sugiero tomar en cuenta lo que Albert Einstein dijo: “Es poco menos que un milagro el que los métodos modernos de instrucción no hayan estrangulado completamente la santa curiosidad inquisitiva”.

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 Ricardo Novela
Empresario y emprendedor con más de 10 años de experiencia en dirigir equipos de trabajo.
Ir a la Escuela, ¿vale la pena?
@gnovela

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